Terminó la espera, nueve meses después de alzarse con la Copa Zacchia que acreditó a los Pericos de Puebla como el campeón de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB).

Con una serie de eventos y shows previos en el Hermanos Serdán tuvo un lleno pletórico y con semejante escenario, el monarca del diamante nacional comenzó la aventura por la defensa de su corona y el sueño del bicampeonato.

Previo al arranque del juego, el Hermanos Serdán tuvo un momento muy especial con la entonación del Himno Nacional y luego el lanzamiento de la primera bola por cortesía del gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina.

La primera entrada quedó marcada con el primer imparable de la Temporada 2024 por cortesía del flamante refuerzo de los Diablos Rojos del México, el ex ligamayorista de los Yankees de Nueva York, Robinson Canó. Pese al arranque trepidante, el campeón colgó el primer cero de la pizarra.

En su primera oportunidad de la campaña 2024, el campeón de la Liga Mexicana de Béisbol demostró su jerarquía con Danny Ortíz, quien sacó el jonrón inaugural solitario del jardín derecho para generar la algarabía del parque poblano: la ventaja de 1-0.

En el segundo rollo, los escarlatas respondieron de la misma manera con un jonrón de Arístides Aquino que sacó la pelota del Nido Verde y con ello, el empate momentáneo en el juego inaugural 1-1.

Para el tercer inning, las cosas se mantenían parejas, pero Juan Carlos Gamboa de los Diablos Rojos volvió a repetir la dosis con otro jonrón solitario por el lado derecho, para darle la ventaja a los capitalinos.

En su oportunidad al bat, Pericos de Puebla no se dejó intimidar ante los escarlatas y mediante Leo Germán, su primer jonrón de la campaña le daba el empate 2-2 a los emplumados en un auténtico show de batazos.

Para la cuarta entrada, ambas novenas siguieron demostrando su poderío en el bat, pero también que su pitcheo estuvo a la altura de las circunstancias, pues los de CDMX no pudieron cambiar su cifra, mientras que los emplumados pudieron ponerse en ventaja 3-2.

Para el quinto rollo, Diablos Rojos encontró el empate con batazo solitario de Franklin Barreto que, aprovechado de un error en el pitcheo, provocó que los capitalinos remolcaran su carrera para poner el 3-3 en la pizarra. En su oportunidad, los peloteros emplumados fueron despachados rápidamente para irse en igualdad.

En la sexta entrada, Pericos de Puebla soportó el poderío de los capitalinos, que primero se vieron sorprendidos por la experiencia de Robinson Canó, quien no perdonó dos veces y conectó su primer jonrón en la LMB dándole la ventaja a la vista 4-3. Cuando la cosa se ponía color hormiga, Pericos consiguió una magnífica doble matanza. Por su parte, el monarca del diamante intentó robar bases sin poder acercarse en la pizarra.

En la cabalística séptima entrada, Pericos se despachó rápidamente a los peloteros escarlatas para evitar un daño mayor, mientras que en su oportunidad en el bat, Christian Adames se quedó cerca de conseguir su jonrón, pero Julián Ornelas hizo un atrapadón con todo y su choque con la barda izquierda.

Los campeones en su espacio tuvo casa llena y fue aprovechado con un mal lance para empatar el juego 4-4. Luego de la apelación de los capitalinos, el umpire determinó mantener la carrera de Drew Stankewicz.

El cierre de los Diablos Rojos fue difícil con Edwin Fierro, pues en dos ocasiones, los emplumados tuvieron las bases llenas lo que generó confusión entre los escarlatas, pues el cerrador provocó un “bock” (triple desconexión de la placa), lo que generó que Samar Leyva hiciera sonar la registradora y le diera la remontada a los poblanos 5-4.

Este maratónico episodio siguió teniendo emociones, pues siguieron llegando carreras para los emplumados en medio de jugadas muy cerradas que se definían por la revisión de la tecnología y la decisión de los umpires. Una de estas provocó el 6-4 para los campeones del béisbol mexicano.

Para la octava entrada, los escarlatas se mostraron muy ofensivos donde tuvieron casa llena en un par de ocasiones; primero recortaron distancias 6-5 y posteriormente, José Pirela conectó el sexto jonrón de la noche por el jardín izquierdo para darle la ventaja a los Diablos Rojos 8-6.

En su oportunidad, Pericos volvió a hacerse presente con un error del pitcher Daniel Misaki, quien dio un mal lance que dejó casa llena y una carrera para el 8-7.

En la novena y última entrada, los Diablos Rojos tuvieron pocos avances en la lomita gracias al pitcheo de los campeones que se pusieron vivos a la hora clave. Los campeones del diamante nacional cerraron el juego inaugural con sus tres peloteros ponchados, generando así un arranque complicado para los emplumados.

La Serie Inaugural seguirá este viernes en punto de las 19:00 horas en el Hermanos Serdán para el segundo juego.