Las bondades otorgadas por Dios, como la libertad para dar nuestra mejor versión y nuestra mejor experiencia al prójimo, siempre debe de ir acompañada por la responsabilidad para no ser indiferentes con nadie y con nada de lo que ocurre en el panorama social, advirtió el Obispo Auxiliar de Puebla, Francisco Javier Martínez Castillo, durante el Lavatorio de Pies 12 viejitos del Asilo de Caridad Santa Inés.

Además, llamó a estrechar la unión familiar y a realizar un trabajo conjunto, desde "nuestras" trincheras para transformar la vida del prójimo.

Pero, aclaró que el ser responsable no resta o no le quita ni un porcentaje o una rayita a "nuestra" libertad, pero este factor sí hace dar "nuestra" mejor versión al prójimo y a los demás.

"Estamos celebrando la Semana Santa, esta semana en la que contemplamos y hacemos memoria, y celebramos el ministerio central de nuestra fe en la pasión, la muerte y la resurrección de Jesucristo. Hoy en la tarde la liturgia solemne con nuestra celebración In Cœna Domini, abriremos el tiempo de gracia, el experimentar en concreto de nuestra vida el inmenso amor que Dios nos tiene, un amor que no es nuevo, que es permanente, que es hermoso y que es para nosotros".

Ante esta realidad de ser un ejemplo de vida para el prójimo, y a no ser indiferente con los más pobres de los pobres, pidió nuevamente ser cercanos con quien ha manifestado su cercanía en la vida a los seres humanos, desde siempre.

Recordó que estos días los más santos de cada año, que se presentan durante la Semana Santa, se deben aprovechar para acercarse a Dios, y en un acto de honestidad personal, realizar un examen de conciencia para acercarse y reconciliarse con Dios.

Insistió que Dios siempre está dispuesto a perdonar a todos, además siempre extiende sus manos para "recibirnos", y siempre tiene abierto el corazón para "perdonarnos" y presenta la sonrisa para cuando "nosotros decidamos tener" el redescubrimiento de Dios, pero, dijo, que también nos recibe con el bálsamo cuando vamos a él porque estamos sufriendo una situación amarga y dolorosa.

Subrayó que en el pasado Dios, con el pueblo de Israel tenía un pacto durante la Pascua en el que pueblo ofrecía un sacrificio de un carnero a Dios.

Pero, indicó que esa Pascua judía, es la base de "nosotros los cristianos, los católicos" que decidieron seguir la propuesta de Jesús, solo que ahora las cosas son infinitamente superiores y mejores porque ahora la víctima,  es el mismo Dios que se encarnó para ser humano y ofrecer su vida por "nosotros para nuestra liberación para nuestra felicidad" y entonces ese sacrificio que realizó Dios es un sacrificio perfecto, que no necesita repetirse.

Recordó que este Jueves Santo, la acción de Jesús ante sus discípulos a quienes lavó los pies por la caridad, amor eterno a los suyos, y a la humanidad, sin importar el horizonte de muerte que comenzaba a vivir.

Ahora —dijo— vamos a recordar ese gesto de amor, de caridad eterna de Jesús, lavarles los pies a sus discípulos y darles ejemplo de fraternidad, de caridad, ahora que tanta falta hace ante tantas "situaciones difíciles que estamos viviendo y cuánta violencia".

Llamó a todas las ciudadanas y a ciudadanos a que desde sus zonas de influencia trabajen y se esfuercen en la construcción de una convivencia fraterna que permita contrarrestar la violencia que se presenta en la sociedad.

Recordó que durante la tarde-noche de este Jueves Santo, se oficiará en Puebla la Misa de la Cena del Señor en la Basílica Catedral Metropolitana para recordar ese momento histórico en que se recuerda, actualiza y se vive la Última Cena de Jesús en la Tierra, en la que regaló a la humanidad tres presentes: La Eucaristía, el don del sacerdocio y el mandamiento del amor o amar al prójimo como a uno mismo.

Ante una comunidad que colmó el interior de la joya arquitectónica poblana, recordó que está celebración del lavatorio de pies, según una antiquísima tradición de la iglesia en Puebla, es separada de la misa in cena Domini, de la misa de la cena del Señor.

Subrayó que ante el entorno actual enmarcado por diferentes complicaciones, se otorgue el apoyo, cariño y amor a las personas con más necesidades y carencias entre la población.

Martínez Castillo llamó a todas las ciudadanas y a ciudadanos a que desde sus zonas de influencia trabajen y se esfuercen en la construcción de una convivencia fraterna que permita contrarrestar la violencia que se presenta en la sociedad.


El diputado Miguel Espinosa, fue padrino

Como cada año los 12 ancianitos a los que el Arzobispo, Víctor Sánchez Espinosa, tradicionalmente lava los pies, tienen a sus padrinos quienes durante la celebración religiosa permanecen atrás de las sillas de quiénes recuerdan a los doce apóstoles de Jesús, pero en esta ocasión etapa de recuperación después de ser intervenido de la cadera y rodilla en enero previo en Guadalajara, los Obispos auxiliares Francisco Javier Martínez Castillo y Tomás López Durán, desarrollaron la misma acción a adultos mayores del asilo de Santa Inés.

En esta ocasión, el diputado del Partido Acción Nacional (PAN), Miguel Espinosa de los Monteros, a padrino a uno de los ancianitos del asilo de Santa Inés a quien durante toda la celebración religiosa.