La UEFA Champions League regaló un nuevo capítulo en su extenso libro del porqué se considera el mejor fútbol del mundo a nivel de clubes con el partidazo entre Real Madrid y Manchester City, juego que tuvo de todo un poco y dejó un espectacular 3-3.

En los primeros 90 minutos de una serie que desde el sorteo ya prometía muchas emociones, el Santiago Bernabeú cumplió con su cometido de ser un sitio hostil para los campeones del mundo.

Sin embargo, el partido comenzó con el pie izquierdo para los Reyes de Europa, pues en el primer minuto le llegó una mala noticia con una fuerte entrada de Aurélien Tchouaméni, quien fue amonestado al minuto de partido y ademas, suspendido para el juego de vuelta por acumulación de tarjetas.

Por si ese no fuera suficiente golpe seco, en el tiro libre de dicha falta, Bernardo Silva sacó la magia de sus botines y con un potente disparo, acompañado de una desatención del arquero Andriy Lunin, puso el 1-0 de la visita al minuto 2'.

Tras sufrir el gol de vestidor, el Real Madrid quiso responder inmediatamente y para hacerlo apostó por sus jugadores explosivos como Rodrygo, Jude Bellingham y Vinicius Jr. quienes se fueron con todo para encontrar el empate.

Minutos después de verse sorprendidos en casa, el Rey de Europa le hizo honor al apodo que carga y en una jugada que parecía no tener mayor peligro, Eduardo Camavinga sacó un potente disparo que terminó siendo desviado por el capitan Sky Blue Rúben Días para poner el 1-1 en apenas 12 minutos.

El impulso por parte de los merengues no quedó ahí, pues dos minutos después del conseguir el empate, le dieron vuelta al partido gracias al ímpetu de Rodrygo Goes, quien se metió al area de los ingleses y peleó una pelota con dos defensores para terminar empujarla ante la sorpresa de Stefan Ortega.

En cuestión de tres minutos, el Real Madrid pasó del 0-1 al 2-1 en escasos 14 minutos de eliminatoria, lo que dejaba muchísima emoción para el resto del primer episodio.

El primer tiempo siguió dejando opciones para ambas escuadras, pero la puntería y el cierre defensivo de sus zagas evitaban tener un daño mayor pensando que la serie es de 180 minutos.

La primera parte culminó con la ventaja mínima para el cuadro del Real Madrid, pero con la sensación de que todavía había mucho por verse en el complemento.

Y el pronóstico no falló, pues los dirigidos por Pep Guardiola adelantaron líneas en el arranque del segundo tiempo y se quedaron cerca de encontrar el empate en un par de ocasiones.

Los merengues mostraron su jerarquía en la competencia que dominan y apostando a los trazos largos, la verticalidad de su medio campo y la velocidad de sus atacantes, intentaron aumentar su ventaja sin éxito.

El partido parecía controlado para el Real Madrid, pero todo cambió al minuto 66' cuando Phil Poden aplicó su especialidad con el disparo de larga distancia y con una auténtica pincelada, puso el 2-2 ante el vuelo de Lunin.

Las acciones no daban espacio para el respiro y unos minutos después, al 71, Manchester City le regresó la dosis a los merengues con su propia remontada luego de que el defensor croata Josko Gvarvidol puso un disparo potente y cruzado que sorprendió al Real Madrid para ofrecer un 3-2 emocionante.

Pero el partido no acabó ahí, los locales se fueron con todo apostando a su esencia de superar las adversidades en momentos críticos con alguna chispa o jugada colectiva.

Y justo eso fue lo que pasó al minuto 79' cuando Vinicius Jr. sacó un centro preciso para dejarselo a Federico Valverde que definió de primera a palo cruzado para dejar atónitos a los cityzens y regalarnos el 3-3 definitivo.

El empate sólo garantiza una mayor expectativa para el duelo del próximo miércoles en Inglaterra donde no existe criterio de gol de visita, pues en caso de mantenerse la igualada en el global, el juego se ira a tiempos extra y de seguir así, a tanda de penales.