Aunque la ley lo prohíbe, lo cierto es que en cada plaza del país -y Puebla no es la excepción- se escuchan frases, chantajes o amenazas veladas sobre las becas o pensiones para personas de la tercera edad.

Morena sucumbió a la tentación de hacer suyos los programas en donde se les regala dinero a los sectores, presuntamente, más vulnerables y que están establecidos en la ley, en la Carta Magna.

Tan dominada tienen la narrativa que, en muchos casos, como el pago bimestral, por parte del gobierno federal, para las personas con 65 años y más, se han colgado una medalla que ni siquiera es suya.

Recordemos que el programa, a nivel federal, nació, como idea, en el sexenio de Vicente Fox, pero fue con Felipe Calderón que se implementó el pago a las personas que tuvieran “70 y más”.

Frases como “si quieres que continúen los apoyos económicos tienes que votar por nosotros” son comunes en los discursos de los morenistas, independientemente de que la Ley es muy clara respecto a que no se deben condicionar los programas sociales.

Pero no sólo en Morena están mal.

En frente, la oposición sabe perfectamente que se están utilizando estas artimañas para tratar de engañaral pueblo bueno”, pero lejos de encontrar una canción pegajosa, un meme viral o una frase inolvidable, simplemente se limitan a soslayar que los programas sociales están regulados por ley y que no importa cuál sea el resultado electoral: las becas se quedarán.

Con esa tibieza es casi imposible cambiar la narrativa que Morena, violando la ley, está imponiendo.

Faltan 5 semanas de campañas y ya está siendo hora de que activen a sus equipos de mercadotecnia si es que quieren dejar en claro que las becas y las pensiones no son programas exclusivos de los gobiernos de la 4T.

Corrupción, palabra maldita en la 4T

A Claudia Sheinbaum el tema de la corrupción le ha jugado en contra un par de veces.

 

 

Ayer la misma palabrita le hizo travesuras a Javier May, candidato de Morena al gobierno de Tabasco, durante el debate en la tierra de Andrés Manuel López Obrador.

Por mucho que quieran tratar de crear una percepción en donde Morena habría disminuido la corrupción, lo cierto es que no hay datos duros que sostengan su dicho.

Pero si a eso sumamos sus constantes tropiezos con la palabrita, más parece una confesión involuntaria del subconsciente, que un error.

Nadie, ni el más ingenuo de los seguidores de la 4T cree que la corrupción disminuyó durante el sexenio de López Obrador.

Sería pertinente que los representantes de Morena reconsideraran si el uso y abuso de la corrupción (la palabra) les puede sumar votos o si, por el contrario, se los está restando.