De cara al día del niño, el Obispo Auxiliar de Puebla, Tomás López Durán, fustigó la violencia por esclavizar, abusar y realizar otro tipo de violencia en contra de los y las niñas, quienes son víctimas de bandas criminales de las drogas o de otras formas de esclavitud.

Además, censuró a quienes niegan que el espíritu de Dios presente proyectos nuevos de vida para "mantenernos" paralizados por el miedo a la cultura de la muerte y a la violencia.

Desde la Basílica Catedral Metropolitana de Puebla, recriminó también a quienes se mantienen enterrados en sus egoísmos personales y desesperanzas por no tener el coraje para caminar en la senda de Dios por miedo a enfrentar los retos y a caminar los obstáculos, que se emprenden cuando se camina de la mano de Jesús y de su Iglesia.

"No dar fruto significa es negar que el espíritu nos presente proyectos de vida nueva, es no dejar que nuestro corazón entre en la dinámica de la vida y de la conversión y seguir siendo los que estamos paralizados por el miedo por la cultura de la muerte por la violencia enterrados en nuestros egoísmos y desesperanzas. Eso es no estar dispuestos a caminar con él por miedo a los retos y obstáculos que implica caminar con Jesús y su Iglesia".

Recordó que el Papa Francisco agudamente inspirado por el Espíritu Santo comparte un mensaje para la primera jornada mundial de las y los niños,  que es una invitación a la reflexión y a la acción.

Priorizó que el santo padre recuerda que las y los niños son valiosos por tener una misión y que necesitan de la solidaridad de jóvenes y adultos.

"Las y los niños son el presente y el futuro de la humanidad, por eso debemos cuidarlos educarlos y respetarlos; dice el Papa que los niños son el tesoro más precioso que tenemos".

Advirtió que con motivo de este próximo Día del Niño, 30 de abril, el Papa Francisco hace un llamado a la solidaridad con los niños que sufren en el mundo recordar los niños que aún siendo tan pequeños, ya están luchando contra enfermedades y dificultades en el hospital o en su propia casa, o los niños que son víctimas de la guerra y de la violencia, de quienes sufren el hambre y la sed, de quienes viven en la calle.

Pero, priorizo, que la solidaridad también debe estar siempre con las y a los pequeños que se ven obligados a ser soldados o a huir, como refugiados, separados de sus padres, a quienes no pueden ir a la escuela.

"Hay niñas y niños que son víctimas de bandas criminales, de las drogas o de otras formas de esclavitud y de abusos. En definitiva a todos esos niños a los que todavía hoy se les roba la infancia, actualmente".