Para el proceso electoral del 7 de junio hay un desgaste muy fuerte de los partidos políticos y esto genera una creciente desconfianza de parte de los ciudadanos, empero, el PRI es el que tiene mayor presencia que el resto de los partidos, aseguró la politóloga Claudia Ramón Pérez.
    
Recordó que las encuestas indican que el PRI y el PAN entran en competencia, pero la mayor ventaja contundente, dijo, “aunque es pregunta difícil, la tiene el partido tricolor”.
    
Lo cierto, afirmó la investigadora de la UPAEP, es que el PRI no ha recibido todo el impacto que en un principio se pudiera esperar, “me parece que con todo, tiene cierto capital y noto más desgastado al PAN, por las pugnas que se han dado a nivel dirigencia”.
    
La especialista aseguró que por lo menos en ese aspecto, “parece que el PRI tiene una mayor presencia, pero en estos momentos, eso no les garantiza nada”, lo que resulta lamentable porque ningún partido ha sabido capitalizar la riqueza que existe en la ciudadanía y aprovecharla.

Del descontento de sectores a los intereses de grupo
    
Y aunque todavía, los partidos políticos están seleccionando candidatos, dijo que en esa etapa prevalece una especie de descontento en algunos sectores dentro de cada partido.
    
Y es que resulta evidente, ratificó, que los militantes se quejan porque están llegando a las candidaturas, personajes que no representan lo que ha sido cada partido, tradicionalmente.
    
Empero, reveló que cuando vemos las tendencias de los partidos, hay quienes siguen confiando en ellos aún sin candidato, pero percibe que hay un descontento social que preocupa, “porque muchos ciudadanos ya dicen que no van a votar o van a anular su voto”.
    
Los partidos políticos, afirmó, deben ser sensibles ante estas demandas, deben buscar sus mejores cuadros y sus mejores hombres y llevar a cabo los procesos internos para competir en mejores condiciones frente a los adversarios, “pero eso se está dejando de lado”.
    
Ramón Pérez, lamentó que hasta el momento, es los sports de los diferentes partidos políticos, se habla de lo que está mal en el país y en sus contrincantes, pero las propuestas no están a la vista, “eso resulta lamentable, porque nos habla del tamaño de política que tenemos”.

Proceso electoral desangelado
    
Y aunque todavía no hay candidatos oficiales y las campañas no empiezan, la académica encuentra un proceso electoral desangelado, “Lo percibo desangelado, también con una falta de confianza de la ciudadanía, en la clase política”.
    
Pero no sobre un partido político en particular, sino en general, y eso lleva a un fenómeno que es la despolitización, es decir, el desinterés ciudadano por participar, por lo menos en las votaciones y “aunado a otro fenómeno que esa despartidización lleva cada vez más, una situación más violenta”.
    
Lo anterior, dijo, debe preocuparnos como sociedad, porque al no haber esos canales de expresión y canalización de las demandas, las personas se sienten incomprendidas y no hay formas de canalizar su descontento.

Entonces, aseguró, encuentran vías de participación que están en los extremos, lo que provoca es desacreditar más a las instituciones y desgastarlas, “eso no nos conviene a ninguno”.

Por eso, reveló que los partidos políticos deberían ser conscientes de la necesidad de establecer vínculos con la sociedad.

El problema, reiteró, es que pareciera que la clase política no está interesada en recuperar esos canales con sus electores, que nada más le sirve para llegar a los puestos políticos y las negociaciones se hacen al margen de las demandas que se tienen en la sociedad.

Lo anterior, ratificó, está provocando una situación que da pauta a que se presenten dimensiones muy violentas que solamente pueden ser sometidas de una forma  que se apega al estado de derecho, “eso es lo que se debe evitar”.

Elecciones intermedias, las de menor participación 

Cuando hablamos de elecciones intermedias tiende a bajar la participación de los electores y las circunstancias en que se está dando esto, aunado a las campañas de descredito del voto, contribuyen a que la participación electoral decline, cuando debería ser la oportunidad para que los partidos presenten, por lo menos, sus mejores cuadros y haya una exigencia mayor de los ciudadanos, hacia los partidos políticos.