El pasado 15 de diciembre se colocó el último de los 300 tanques que integran el observatorio de rayos gamma HAWC (High Altitude Water Cherenkov), ubicado en el Volcán Sierra Negra, a cuatro mil 100 metros sobre el nivel del mar, en Puebla.

Este tanque, al igual que los demás que integran el impresionante arreglo de HAWC, mide 4.5 metros de alto y 7.3 metros de diámetro. Cada uno de los tanques forma parte de los detectores Cherenkov usados en HAWC. Hasta este momento, 250 detectores completamente integrados ya están en funcionamiento.

El Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) dio a conocer a través de un comunicado, que en las próximas semanas los expertos mexicanos y estadounidenses que participan en este proyecto binacional concluirán la construcción de HAWC.

Lo anterior consistirá en colocar en el interior de cada uno de los últimos tanques emplazados una enorme bolsa plástica con agua ultra pura e instrumentos de última generación, que los convertirá en detectores de partículas de altas energías, como los rayos gamma y los rayos cósmicos, provenientes de fuentes celestes en el Universo.

Los rayos gamma son radiaciones electromagnéticas como las ondas de radio, la luz visible y los rayos X. Están compuestos por fotones que poseen la mayor energía, permitiendo penetrar la materia sin esfuerzo, son mucho más fuertes que incluso los rayos X por lo que se requieren.

En el espacio los rayos gamma son producidos en los fenómenos más violentos que conocemos en el universo, como en un agujero negro supermasivo o en una explosión de una supernova.

Los Rayos Cósmicos (RC) son todas las partículas que nos llegan desde el espacio que no son fotones (rayos gamma).

Los RC son principalmente protones (90 por ciento) y núcleos de elementos pesados como hierro, silicio, carbono etc.

No se sabe a ciencia cierta cuál es el origen de estas partículas, sólo se conoce que algunas se generan dentro de nuestra galaxia y otras son extragalácticas.

Los rayos cósmicos pueden ser mil millones de veces más energéticos que las partículas aceleradas en el LHC, la máquina más grande creada por el hombre para acelerar partículas.

El observatorio HAWC inició en 2009 y desde entonces se ha perfilado como uno de los proyectos de mayor impacto para la astrofísica de altas energías en el mundo.

En ese año se realizó una primera prueba con tan sólo tres detectores Cherenkov y se resolvieron problemas de diseño y logística relacionados con la gran altura del sitio.

En 2011 se construyó un arreglo prototipo con siete detectores Cherenkov, con los cuales se afinaron los detalles para la construcción de todo el sistema, y que quedará concluido en marzo de 2015

El doctor Alberto Carramiñana Alonso, director general del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) y vocero por la parte mexicana de la colaboración HAWC, supervisó la instalación del último tanque, el número 300.

En un mensaje a todos los colaboradores y al personal técnico, el doctor Carramiñana destacó la importancia de este observatorio para el país y puntualizó que en las siguientes semanas este tanque, así como 40 más, serán llenados con agua ultra pura y se les colocarán los instrumentos correspondientes, con lo que concluirá la construcción de este gran detector de altas energías.

Asimismo, informó que actualmente se han puesto en operación 250 detectores de los 300 que conforman el observatorio HAWC, con los cuales se han realizado mapas del cielo, y se tiene programado concluir la instrumentación de todo el observatorio en febrero del 2015.

HAWC es un proyecto binacional que recibe financiamiento de diversas instituciones mexicanas y estadounidenses.