La UPAEP no se quedó atrás en su solidaridad con los 43 estudiantes desaparecidos de la Normal Rural “Raúl Burgos”, de Ayotzinapa, en el vecino estado de Guerrero. La comunidad universitaria de la UPAEP se reunió en la explanada central del campus para exigir, en un emotivo acto, la paz en el país.

Pero el mensaje de las autoridades universitarias de la UPAEP no se quedó únicamente en la esfera de los funcionarios de la universidad privada de inspiración católica, los propios estudiantes del claustro académico, de manera ingeniosa, expresaban su solidaridad con los estudiantes desaparecidos de la Normal Rural “Raúl Burgos”, de Ayotzinapa. Algunos estudiantes portaban cartulinas con la leyenda “No seré el 44”.

Mientras se llevaba a cabo la ceremonia de solidaridad con los estudiantes de Ayotzinapa, una vez que se pronunció el discurso oficial, surcó los cielos, un par de veces, sobre la reunión estudiantil, un helicóptero de la policía estatal con un hombre armado a bordo, lo que provocó la indignación por parte de los jóvenes universitarios de la UPAEP.

La exdirectora de la carrera de periodismo en la UPAEP, Lilia Vélez Iglesias, redactó, desde su cuenta de Twitter: “Helicóptero que aparece rodeando el evento por la paz en la UPAEP, un mensaje del gobierno?”

En la explanada del campus universitario, de manera simbólica, se encendieron tres antorchas representando la “Vida, la Justicia y la Paz”.

Por la tarde, en la explanada del campus del barrio de Santiago, los estudiantes de la UPAEP, profesores e integrantes de la comunidad académica realizaron una cadena de oración por la paz en nuestro país.

El rector de la UPAEP, al dirigir el pronunciamiento sobre la vida, la justicia y la paz, advirtió la urgencia de rescatar el sentido de la humanidad, porque dijo, en caso contrario, la sociedad será arrastrada por el caos.

En la explanada del campus universitario, Emilio Baños Ardavín señaló que se debe reflexionar en las causas del deterioro de la paz en el país.

“Necesitamos hacer una reflexión profunda, lo que hemos de preguntarnos es qué es lo que estamos haciendo. O más aún, qué hemos dejado de hacer para que la cosa pública se descomponga a este grado”.

El rector de la UPAEP apeló por un Estado de Derecho, y que se frenen las tendencias de lo que llamó a cultura de la indiferencia.

Baños Ardavín advirtió que la desaparición de los 43 jóvenes estudiantes de Ayotzinapa muestran un país que los mexicanos no merecen. “Los mexicanos merecen un país donde se garantice el Estado de Derecho con instituciones sólidas, que no estén corrompidas ni coludidas con el crimen organizado.

”Estos hechos hablan de que vivimos en la cultura del descarte, de la indiferencia, de una concepción devaluada de la vida y de la dignidad.
”Porque México y los mexicanos tenemos derecho a que se respete la vida humana y la dignidad de todos, hacemos un llamado a la reflexión sobre las últimas causas del deterioro social que vive nuestro país. Desde nuestra perspectiva, la razón de fondo radica en la instrumentalización y degradación del valor de la vida, especialmente en los más vulnerables e indefensos. Por ello sostenemos que la recomposición del tejido social pasa necesariamente por la dignificación de la persona humana y por el respeto irrestricto a sus derechos inalienables.

”Porque merecemos un país donde se garantice el Estado de Derecho y se cuente con instituciones sólidas que trabajen por la justicia, nos sumamos al clamor de la ciudadanía por el esclarecimiento de los hechos relacionados con la desaparición de 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa y de los atentados contra la integridad y la vida de universitarios en el país”, dijo Baños Ardavín en su mensaje.

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Por parte de los estudiantes, la alumna de filosofía María del Carmen Valle Rodríguez resaltó los valores del humanismo: “¿De dónde, pues, le viene la grandeza al hombre? De poseer no sólo inteligencia y voluntad, sino sobre todo de tener un espíritu capaz de reconocer en el otro a un ser libre, semejante a él mismo, y en este sentido, de su especial interés por defender a los suyos hasta las últimas consecuencias. Este interés se ve manifestado, de forma particular, en la defensa de los más desposeídos e indefensos, y se concreta de dos formas fundamentales: 1) la apertura y defensa de la vida en cualquiera de sus etapas, 2) la búsqueda de la justicia en todo ámbito humano”.

La estudiante universitaria manifestó su creencia en la defensa de la vida como una manera de reconocer la dignidad humana de la “apertura y defensa de la vida, porque la auténtica paz exige en primer lugar, respeto a la vida en cualquiera de sus etapas; porque la naturaleza humana requiere adoptar una firma postura para proteger a los más indefensos y desprotegidos. Porque el hombre se hace más hombre en la medida en que sabe reconocer la dignidad humana, en la medida en que sabe ver el rostro humano en el otro, aunque no lo pueda ver. Y porque el primer fundamento para exigir cualquier derecho es garantizar el respeto a la dignidad humana. Sólo en la medida en que defendamos la vida con ímpetu e inteligencia, seremos capaces de reclamar por la justicia, y por consiguiente, ser promotores de una paz verdadera”.

Además, María del Carmen Valle Rodríguez convocó a la búsqueda de la justicia como condición de la convivencia humana, a la “búsqueda de la justicia en todo ámbito humano, incluyente y pertinente. La naturaleza de la justicia implica que el deseo por hacerla vida es de carácter universal, cuya naturaleza involucra a todo ser humano, y por lo mismo, nos compromete a todos e implica de cada uno llevar sus acciones hacia el bien común”.

La estudiante de la Licenciatura en Filosofía, de la UPAEP, señaló que en la protesta contra la injusticia no deben prevalecer prácticas vandálicas. “No cabe la indiferencia en el reclamo por la justicia, como tampoco ningún acto de menosprecio, violencia, anarquía, o vandalismo justifica cualquier tipo de defensa. Porque la justicia implica en primer lugar, ser congruentes, respetando las instituciones y el Estado de Derecho, haciendo verdadera política mediante el cumplimiento responsable de nuestros deberes”.