El pasado miércoles 18 de junio por la tarde, falleció el albañil Pedro Loma Luciano, de 30 años de edad durante la obra de remodelación del Hospital para el Niño Poblano y este martes, en la celebración de los difuntos accidentados, ni la empresa ni el gobierno del Estado, recordaron al joven.
Cabe recordar, que Loma Luciano, fue el paciente más grave de los 4 que sufrieron el accidente de trabajo y también fue el único que falleció, el resto de los lesionados fue atendido de manera inmediata y lograron estabilizarlos. 
Y aunque no se dio a conocer el tipo de lesiones que sufrió, Pedro Loma Luciano fue atendido en el hospital de Traumatología y Ortopedia del IMSS, donde falleció de manera posterior.
Este martes ni la constructora Jilsa ni el gobierno del Estado de Puebla, informaron sobre la indemnización ni las causas exactas del accidente, solamente trascendió que el percance se presentó mientras colocaban una estructura que se venció por el peso y cayeron 4 trabajadores.

Las obras de remodelación del HNP, arrancaron el 30 de abril y la encargada del proyecto fue la constructora Jilsa, pero solamente de manera posterior, la PGJ confirmó la muerte del albañil.

Los mexicanos no se olvidan de los accidentados
En entrevista, Itzel Alba Juárez, coordinadora de Difusión del museo UPAEP, reveló que los muertos accidentados, se evocan en la festividad de día de muertos, “es tenerlos presentes con los vivos, no dejarlos en el olvido”.
Tan importantes son, dijo, que los asesinados y los accidentados tienen su día específico, para no dejarlos en el olvido, por eso, afirmó que los accidentados son tratados de la misma manera que las personas que fallecen de manera natural.
Y es que según la tradición mexicana, agregó Alba Juárez, todos los muertos, pasan al mismo cielo, al mictlán, no hay ninguna diferencia, pero tampoco son menospreciados, “incluso, lo vemos en la temporada de muertos, los recuerdan siempre y en diferentes cruceros se observan las cruces, es notorio ver que se arreglan los lugares en que mueren”.
Colocar una cruz, afirmó Itzel Alba Juárez, es importante, porque es parte del altar, es recordarlos y tenerlos presentes, no olvidarlos porque ya no están con nosotros, “a los accidentados no se les olvida regularmente, no se menosprecian, se les toma en cuenta y se les da un día para recordarlos”.

La celebración de Todos Santos, comienza con la conmemoración de las personas que fallecieron en accidentes o de forma violenta. Las familias que han tenido este tipo de pena, montan el altar de muertos en su casa, además que en México se tiene la costumbre que en la calle, en el lugar donde la persona murió, se decora con flores y una vela, ese lugar que casi siempre está marcado con una cruz

Datos del año pasado, revelan que los accidentes de vehículo de motor cobran más de 700 vidas en la entidad poblana y se estima que la media a nivel estatal en ese rubro, es del 13 por ciento.

Asimismo, los municipios en que se concentra la mayor cantidad de accidentes, son la ciudad de Puebla, Tehuacán y Atlixco, donde se concentran el 78 por ciento de los reportes, de acuerdo al informe 2013, del Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes (CONAPRA).

La tradición mexicana, indica que el día 28 de octubre, se coloca una ofrenda a las personas que murieron accidentadas, pero antaño, se conmemoraba a quienes habían perdido la vida a causa del fuego o el agua, pero actualmente es a quienes fallecen en accidentes automovilísticos o ahogados, principalmente.