Cientos de estudiantes, profesores y trabajadores administrativos de la UAP, la Ibero Puebla y otras instituciones de educación superior marcharon este miércoles en solidaridad con los normalistas desaparecidos el 26 de septiembre pasado. “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, clamaron los jóvenes de la UAP.

Jóvenes de todas las facultades de la UAP salieron desde Ciudad Universitaria y de otros puntos de la ciudad para congregarse en el Edificio Carolino y terminar en el zócalo, en una marcha pacífica pero enérgica: “Seguimos luchando para combatir a los responsables, exigimos alto a la violencia en contra de las organizaciones sociales y la población en general”.

Lo que piden es lo mínimo que debe hacer el Estado mexicano, dijeron: “Que regresen con vida nuestros compañeros de la Normal de Ayotzinapa, porque Ayotzinapa somos todos y nos mantendremos en pie de lucha por nuestros compañeros”.

“Ayotzi vive, la lucha sigue”, corearon los estudiantes: “Todos somos Ayotzinapa”, afirmaron.

“Nosotros no podemos esperar nada menos, la consigna es clara: Vivos se los llevaron, vivos los queremos”.

Los jóvenes universitarios de la UAP aseguraron que ya no se trata solamente de una indignación juvenil de la UAP, sino que es de todas las universidades y de la sociedad mexicana: “Porque nosotros estamos aquí, con el respaldo de los consejos de unidad”. Lo que significa que cada facultad apoya las muestras de solidaridad con los desaparecidos de Ayotzinapa.

La indignación es nacional y abarca todas las edades, dijo Marco Antonio Hernández, del ICSH, por eso esperan que aparezcan: “Nosotros nos solidarizamos con la lucha de los padres, por el terror que están viviendo, nos unimos a la exigencia de los padres de familia porque aparezcan con vida”.

Asimismo, coincidieron en que no se puede permitir que esa problemática avance en el país, porque se corre el riesgo de que la sociedad poblana presente situaciones similares a las que vive Guerrero: “El problema es que estamos pasando una violencia generalizada”.

El pronunciamiento universitario
“El recuento de los daños: vivos los queremos

”El 26 de septiembre pasado, en Iguala, Guerrero, la policía municipal de la ciudad, en complicidad con un grupo de sicarios, desataron una balacera en contra de estudiantes de la Normal rural “Raúl Isidro Brugos” de Ayotzinapa.

”El fatal resultado, fueron 6 estudiantes asesinados y la desaparición de 43 alumnos de la Normal, algunos de los cuales, fueron vistos por última vez cuando eran detenidos por la policía y por el ejército.

”Hasta el día de hoy, los 43 estudiantes normalistas, continúan sin aparecer, a pesar de los esfuerzos desplegados por sus padres, familiares, profesores y autoridades comunitarias de Guerrero, además de un gran número de personas solidarias, que no escatiman esfuerzos por hallas a los jóvenes.

”Estos sucesos han rebasado el límite, nuestra indignación ha estallado frente a la guerra que sostienen los poderes políticos y económicos dominantes, contra el pueblo mexicano.

”La lucha por la vida es el elemento que nos articula a las múltiples expresiones de resistencia y dignidad contra el modelo neoliberal en México, por eso seguimos luchando para que se castigue sin cortapisas a los responsables, exigimos el fin de la violencia contra los grupos populares y la población en general”.

La resistencia universitaria
Las versiones que dicen que los jóvenes ya están muertos no detendrán la resistencia universitaria, dijeron los estudiantes de la facultad de Filosofía y Letras: “Tenemos una serie de actividades los siguientes días, estamos en proceso de resistencia, me parece que el comunicado del padre Solalinde es solamente una forma de resistencia, pero nosotros estamos con los padres de familia y ellos están exigiendo la aparición con vida de sus hijos”.

La indignación es más que clara
La indignación juvenil es más que clara, dijeron los estudiantes, por eso seguirán movilizándose, pero no es solamente de la UAP, es indignación a nivel nacional: “No es justo que desaparezcan a 43 personas, deja que sean normalistas y rurales, son seres humanos”.

Un Estado debe de procurar el bienestar de su población, por eso dijeron que la desaparición de los normalistas es indignante en todos los niveles.

“Vivos se los llevaron, vivos los queremos”.