En tanto que 40 agentes del Ministerio Público y 30 peritos de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) fueron notificados de su baja por reprobar el examen de confianza, un grupo mayoritario de los 400 policías estatales despedidos desde el lunes convocó para este día un paro general de personal de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE).

En el paro de labores no se descarta la participación de la Policía del Estado, bomberos y custodios, además de la Policía Vial; la protesta se tiene contemplada a las 8 horas de jueves, luego de que en al menos dos reuniones de los uniformados dados de baja acordaron exigir al gobierno del estado que fije de manera formal su situación laboral: si están despedidos que les den la liquidación como corresponde o si siguen trabajando como guardianes del orden.

El principal conflicto de los policías del estado es que el gobierno de Puebla incumplió en la promesa que les hizo Adolfo Canseco Villagran, subsecretario de Coordinación y Operación Policial, la tarde del pasado lunes, cuando les pidió que dejarán el paro y que la solicitud de despido quedaría sin efecto, además de que les regresarán sus firmas a los que ya habían aceptado el cese.

Desde el martes que regresaron a su trabajo no les han resuelto lo de los policías que firmaron su renuncia, además de que cuando acuden a la Subsecretaría de Seguridad Pública sus mismos compañeros les dan mal trato, lo que los hace suponer que el hecho de que cuando les dicen los van a pasar a recursos humanos es sólo por una práctica dilatoria.

Además, los policías despedidos han tratado de entablar contacto con los 80 ministeriales dados de baja, en espera de que se unan no sólo al paro general, sino a las protestas contra el gobierno del estado, hasta que les den una solución satisfactoria.

‎Por este mismo hecho, Juan Luis Galán Ruiz, director de la Policía Ministerial del Estado (PME), ha girado instrucciones para que los agentes cesados permanezcan en las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) y que tres veces al día sean obligados a pasar, para evitar realicen algún tipo de protesta.

A los agentes despedidos los despojaron de su gafete, su credencial, sus armas de cargo, vehículos y fornituras.

Mientras esto sucede, 40 agentes del Ministerio Público y 30 peritos de la Dirección de Servicios Periciales fueron notificados de que reprobaron su examen de confianza y que deberán firmar su renuncia.

Tres días de incertidumbre 
En incertidumbre laboral viven 400 elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP). El lunes les notificaron que deberían de entregar sus renuncias tras haber reprobado el examen de confianza, horas más tarde les dijeron que quedaba sin efecto y que se pusieran a trabajar, sin embargo, no les han dicho si siguen siendo policías o ya se encuentran a disposición de recursos humanos.

A las 12 horas de este miércoles, parte de los policías cesados se reunieron en el parque de la 9 Oriente y la 14 Sur, para analizar su situación legal, además de informarse que no a todos los uniformados les quieren pagar la misma liquidación, a unos les quieren dar mil pesos por año, a otros mil 200, lo que no representa un finiquito adecuado al derecho laboral.

Tras la reunión entre policías, uno de los despedidos se entrevistó con reporteros: “Es absurdo que al paso de 20 años nos digan, no eres confiable, por un examen de confianza que a todas luces no sabemos porque hay información documentada en sentido de que son más basados en criterios subjetivos que en criterios objetivos”.

Es preciso señalar que entre los elementos despedidos se encuentran personal del grupo de inteligencia.

“Somos gente que tenemos más de 20 años trabajando, somos gente que hemos trabajado en áreas sensibles donde se maneja información confidencial, y de repente ya no nos tienen confianza”, ironizó uno de los uniformados que pidió la gracia del anonimato.

Los uniformados votaron porque se respeten sus derechos laborales y que si son despedidos que les paguen la liquidación conforme a sus años de trabajo.

‎Dijeron que a ellos el lunes a las 19 horas les notificaron que las renuncias quedaban sin efecto, que los que ya la había firmado regresarán a la subdirección, para que les regresaran ese documento.
 
Fue cuando levantaron el paro laboral pero hoy continúa la incertidumbre, ya que desde el lunes no les han regresado sus firmas y “todavía los tratan mal”.