Lo que parecía una sesión anodina de la Comisión Permanente sorprendió, se volvió una sesión farragosa y deslactosada en el Congreso local.

Los diputados de las distintas fuerzas políticas, siguiendo la inercia del Congreso, le dieron lectura a los puntos del orden del día.

En lugar de cuestionar, aportar o valorar los planteamientos enlistados, simplemente les daban lectura mecánicamente como si le dieran RT.

Hasta que en asuntos generales los diputados Salvador Escobedo y Liz Sánchez leyeron sendos discursos.

El panista Escobedo citó cifras sobre la condición de pobreza en la que viven casi 70 por ciento de los adultos mayores en Puebla. También, con el mismo tono monótono de funcionario, Escobedo resaltó que sólo 53 por ciento de los adultos mayores en Puebla tiene acceso a la seguridad social.

Pero a los diputados de la Comisión Permanente no pareció interesarles siquiera el tema. Siguieron revisando sus teléfonos celulares mientras Escobedo Zoletto se esforzaba en promover el Día del Adulto Mayor.  

Pero Lizeth Sánchez, diputada del Partido del Trabajo (PT) —un partido de izquierda— pidió la palabra para hablar de la represión del 2 de octubre de 1968.

El discurso de Lizeth Sánchez, quizás inspirado en algún best-seller díazordacista, no incomodó a nadie.

La diputada petista corrió con la fortuna de leer un discurso en el que eliminó cualquier referencia a la represión que sufrieron los estudiantes en Iguala, Guerrero; no abordó las violaciones graves a los derechos humanos y tampoco presentó algún diagnóstico sobre las condiciones actuales en política y derechos humanos en el país.

La legisladora del partido izquierdista incluyó frases como ésta: “El 2 de octubre de 1968 quedará como el máximo ejemplo de que unidos somos más”.

En un lenguaje críptico y evasivo la diputada del PT abordó el movimiento estudiantil del 2 de octubre.

“No estoy aquí para enviar un mensaje mediático ni político, sino como una ciudadana para denunciar esa carrera del poder por el poder”.

La diputada del partido izquierdista ilusionó a su auditorio diciendo que hablaría del 2 de octubre, pero prefirió la ruta de la comodidad evasiva: “Este 2 de octubre recordaremos ese gran momento que no podrá ser borrado de la historia de este país. Y que por desgracia que obligan a describir la falta de inclusión y de tolerancia. Renglones en lo que se escribe la palabra balas muerte, agonía, persecuciones, revanchismos, entre otros”.

Pero la legisladora del Partido del Trabajo no incluyó en su discurso ni referencias históricas ni un diagnóstico de la situación del país con referencia a la represión del gobierno priista de Gustavo Díaz Ordaz en la Plaza de las Tres Culturas el 2 de octubre de 1968.

Mucho menos, la diputada petista abordó la reciente represión en San Bernardino Chalchihuapan.
 
La defensa de la evasión
Luego de su discurso, la petista Sánchez fue entrevistada en los pasillos del Congreso local sobre la tibieza de su alocución: “Creo que no podemos ser reactivos, sino preventivos. Desde mi postura en la tribuna al haber votado en contra de la ley Bala, desde comentar que la gente no se manifiesta por lujos sino por necesidades”.

Sánchez defendió la postura de su partido en el Congreso: “Creo que fue muy claro el tema desde votar en contra de la ley Bala y comentar desde la tribuna que la gente no se manifiesta por lujos sino por necesidades desde un principio lo he dicho. Nos manejamos en base de que debe haber respeto y diálogo para cualquier posible acontecimiento.

”Creo que en algún momento la postura del Partido del Trabajo ha estado hecha desde la tribuna. Éste no es un tema como moneda de cambio, más bien es el hecho de luchar por el respeto, por el diálogo, por la inclusión, pero vuelvo a repetir, prevenir cualquier posible violencia que pueda suceder y que esté encaminado al diálogo y a la apertura en todos los sectores y los niveles de gobierno.

”Mira, el Partido del Trabajo y su servidora siempre nos hemos manifestado a favor de la libertad de expresión y de defender los derechos de todos los ciudadanos. Nos manejamos en base en que debe haber inclusión, prudencia y diálogo para prevenir cualquier posible acontecimiento”.

Interrogada sobre las protestas sociales y las acusaciones sobre el clima de represión que viven activistas en Puebla, la diputada del partido izquierdista señaló: “Todos están en su derecho de expresarse, vuelvo a repetirlo, hay que respetar a la gente en todos sus sentidos. Vuelvo a repetir, la gente no se manifiesta por lujos se manifiesta por necesidades. Todos los poderes del gobierno debemos tener la apertura del diálogo, de la inclusión y del respeto a todos los ciudadanos. Yo sólo creo que la violencia no se resuelve con más violencia. Todos merecemos respeto. Si la gente se manifiesta es porque hay una necesidad. El señalamiento ya lo hizo la CNDH. Sólo hay que esperar que se cumplan los requerimientos, Facundo Rosas parece que ya están en ese tema. Demos tiempo a que el gobierno nos dé una respuesta. La CNDH tiene sus tiempos marcados. Ese tema lo demandará la sociedad”.