Ana Isabel Allende Cano tomó las riendas del expartidazo.

Los cetemistas le lanzaban porras a Isabel, lo mismo que los habitantes de Libres que se encontraban en un costado, casi al fondo del auditorio.

Los priistas en el presidium, uniformados con un chaleco rojo —que no se sabía si era chaleco de safeguard o si era la moda otoño-invierno del priismo old fashioned y protocrepuscular— se movían inquietos cuando la dirigente nacional del tricolor.

Ivonne Ortega quiso ser coloquial pero se repitió en su entusiamo para explicar el misterio de ser priista: 

“Yo quiero confesarles, algo cuando el presidente Cesar Camacho, porque yo, y yo quiero confesarles algo, porque es el mejor partido de México, porque me llevo mi abuelo, yo soy el PRI, porque el PRI se parece a mí, porque el PRI es como una madre que quiere a todos sus hijos por igual”.

El discurso de Allende Cano fue distinto de la oratoria evanescente con la que se registró como precandidata de unidad a la dirigencia priista hace un par de semanas.

Ahora, ante un auditorio repleto de militantes de su partido, Allende Cano fue directa en su discurso criticando a la administración estatal.

El discurso de Ana Isabel Allende fue de oposición, a diferencia de los discursos de Juan Carlos Lastiri Quirós y Fernando Morales Martínez, dirigentes que le antecedieron en el cargo, quienes siempre hablaron de que el PRI era una “oposición responsable”.

“Los gobiernos no pueden sostenerse con mentiras, no pueden alterar la realidad para encubrir sus fechorías, tarde o temprano la verdad los aplasta, no hay que olvidar que es en la gente donde reside el verdadero poder”, sentenció la diputada federal por Ciudad Serdán, Allende Cano.

Los priistas se sumaron a la cargada para felicitar a la nueva dirigente del PRI estatal.

En las primeras filas, frente al presídium se encontraban exfuncionarios tanto de la administración de Mario Marín Torres como de lo que fuera la administración de Melquiades Morales Flores.

Al exgobernador Morales Flores lo acompañaban personajes como Moisés Carrasco Malpica, exdirigente estatal del PRI y Héctor Jiménez y Meneses, exfuncionarios de su administración.
 
El rescate de las libertades básicas
Allende apeló al rescate de un conjunto de libertades como parte de este nuevo tramo en la vida del PRI estatal.

“Los poblanos queremos recuperar nuestras libertades: la libertad de expresión, la libertad de trabajo, la libertad empresarial, la libertad de manifestar nuestras ideas”, señaló la legisladora federal del tricolor.

Paradójicamente fue el PRI —a través de Allende Cano— quien alentó el discurso opositor y a favor de las libertades cívicas básicas.

A Allende la seguían en su discurso el senador, Ricardo Urzúa; el diputado federal y compañero de bancada, Enrique Doger Guerrero, y los Morales Flores, el legislador Jesús Morales Flores y el exgobernador Melquíades Morales Flores; también su hijo, el exdirigente priista, Fernando Morales Martínez. 

En la presentación de los exgobernadores disputaron el apláusometro tricolor Melquíades Morales y Mario Marín Torres.

Ya en el auditorio, alegremente conversaban el exgobernador de Puebla Guillermo Jiménez Morales y Mario Marín Torres.

Marín fue ubicado junto al diputado local del Partido Verde Ecologista de México Juan Carlos Natale López.

El exgobernador de Puebla se dirigió a saludar a la secretaria general del PRI, Ivonne Ortega.

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Al momento de los discursos, Pepe Chedraui Bubid habló sobre el futuro del PRI en el municipio de Puebla. Luego de citar a su filósofo favorito, Chedraui se refirió al trabajo en equipo.

“Sólo en equipo se obtienen grandes cosas, cuando se reconoce el valor de las personas y se les da el valor a las ideas de todos. Eso es lo que propongo para el PRI de Puebla un trabajo en equipo en el que todos trabajemos por todos, porque en este proyecto todos cabemos. Esa gran fuerza de hombres y mujeres que trabajan y que unidos somos muy fuertes y cuando unimos el talento y la fortaleza de todos así ganamos, unidos, sabiendo que se vale pensar diferente, y nadie es dueño de la verdad absoluta”, sentenció Pepe Chedraui.

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Cuando al dirigente nacional del PRI, César Camacho Quiroz, lo interrumpieron los aplausos y porras para Isabel Allende Cano, salomónica, éste se sumó a la cargada desde el pódium. “Todos estamos con Isabel, claro”, interrumpió también su perorata política.

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A su llegada al Complejo Cultural Universitario (CCU), los priistas saludaron al exgobernador de Puebla Melquíades Morales Flores, quien venía acompañado de exfuncionarios de su gabinete.

Morales Flores coincidió en el exterior del auditorio del CCU con el exgobernador de Puebla Guillermo Jiménez Morales, con quien se saludó de manera afectuosa.

Marín Torres y Melquíades, en el anexo del auditorio del CCU, también se saludaron políticamente.

Al séquito de exgobernadores se sumó el subsecretario de Desarrollo Social, Juan Carlos Lastiri Quirós, y el delegado de Desarrollo Social en Puebla, Juan Manuel Vega Rayet.

Entre los asistentes al acto tricolor se hallaba el exrector de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP).
 
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Frente al “cuidado” discurso del dirigente municipal, Pepe Chedraui Budib llamó a “hacer mejor” las cosas en el partido, la diatriba de Allende Cano encendió los ánimos de los militantes del expartidazo.

“Hoy la Puebla de la convivencia fraterna ha sido dividida por un simple proyecto personal que ha enconado a los poblanos. Hoy la forma de gobernar en el estado de Puebla es unipersonal y no con la visión colectiva de una sociedad”.

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Los discursos de Camacho Quiroz y de Allende Cano levantaron la alharaca entre los sectores del expartidazo.

Allende regresó en su discurso —mencionándolos— a los campesinos y a los indígenas: “Que no nos quede duda, estaremos cerca de quienes son el pilar histórico del este estado; de nuestros indígenas y de nuestros campesinos. El PRI no sólo respeta la dignidad de quienes son los dueños históricos de este estado y ante todo su integridad y el respeto irrestricto a sus derechos”.
 
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En otra momento de su perorata tricolor, Allende Cano arremetió en contra de lo que consideró la intervención del gobierno estatal en la vida de los municipios: “A los presidentes municipales priistas, les digo que estaré cerca de ustedes porque reconozco la lucha permanente que en el territorio llevan a cabo diariamente a pesar de la falta de respeto a la autonomía municipal por parte del gobierno del estado”.

Allende Cano no se fue frontal contra los diputados de su partido que han aprobado iniciativas de orden represivo como la “ley Bala”, por el contrario, los apapachó: “A mis amigas y amigos diputados locales, reconozco el debate intenso que día a día realizan desde la máxima tribuna estatal, cuidando y defendiendo las causas de la sociedad, fijando posturas que contrastan con las de los otros partidos”.
 
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En las afueras del auditorio, en las escalinatas de la explanada del Complejo Cultural de la UAP los cenecistas se daban gusto tomándose fotografías.

La cenecista Maritza Marín y un grupo de la vanguardia juvenil agrarista de la central campesina se tomaron fotos con una banda de música.