En medio de burocracia y negligencia de personal de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) transcurrieron cerca de dos años sin que la familia Trujillo Alducín sepa algo de su hijo de ahora 15 años de edad.

Desde el 12 de septiembre de 2012, sus padres, José Fortino Trujillo y Amada Alducín Salamanca, han sufrido día a día la incertidumbre de no saber si su hijo se encuentra bien, luego de haber desaparecido sin rastro alguno.

Inmediatamente, acudieron a la Agencia del Ministerio Público de Tecamachalco, sin embargo, no se activó la alerta Amber y desde entonces han sufrido la burocracia e ineficiencia de las autoridades.

El menor de edad desapareció cuando tenía 13 años de edad en la localidad de San Simón de Bravo, junta auxiliar del municipio de Quecholac, de donde es originario y vivía con sus padres campesinos.

Sus familiares señalaron que se dirigía al trabajo de su padre, donde entregaría sus alimentos, pero después de hacerlo ya no regresó.
Gustavo Ángel Trujillo Alducin salió de su casa, en calle 8 Norte 202 de la localidad San Simón de Bravo, vestía pantalón y playera color negro, tenis color azul y sudadera verde. Fue la última vez que lo vieron hace casi dos años

Según la declaración ministerial de los padres, radicada bajo el número 895/2012/Tecamachalco, detallaron que el menor salió con destino al trabajo de su padre, en una bicicleta modelo montaña color vino con franjas blancas, uno de sus primos lo acompañó, sólo unas calles.

Pero al llegar a la altura de la barranca conocida como Santa Úrsula, supuestamente su padrino, quien era chofer de un mototaxi, lo estaba esperando.

El primo le dijo que si lo acompañaba y Gustavo Ângel dijo que no, minutos después entregó los alimentos a su padre en un lugar conocido como Rancho El Carmen, cerca de la colonia el Betel, localidad perteneciente Tecamachalco, y se retiró inmediatamente y fue la última vez que fue visto.

Por la tarde, Fortino Trujillo, padre del menor, fue enterado de que su hijo no había regresado e iniciaron la búsqueda en toda la población; al no tener respuesta favorable, buscaron al padrino,

Este sujeto también desapareció y abandonó la población, por lo que inmediatamente decidieron acudir a las autoridades, pero hasta la fecha no han obtenido respuesta y su desesperación no ha terminado.

Incluso, cuentan que acudieron a solicitar apoyo del entonces presidente municipal de Quecholac, Agustín Jorge Fernando Osorio Mirón, quien se negó a proporcionar ayuda para la búsqueda del menor.

La excusa fue que las patrullas de la policía municipal estaban descompuestas, los padres, con su desesperación, reunieron a toda la población y solicitaron ayuda e iniciaron la búsqueda sin apoyo de las autoridades. Pero hasta la fecha no han tenido resultados.

Familiares solicitan a los ciudadanos, de tener algún tipo de información, acudir a las autoridades más cercanas o comunicarse al número 044 249 114 94 75 o en la presidencia auxiliar de San Simón de Bravo, el fiscal de la Agencia del Ministerio Público del distrito judicial de Tecamachalco.

La plegaria
Entrevistados por Intolerancia Diario, no pudieron ocultar su desesperación de no saber de su hijo todo este tiempo, y su malestar porque las autoridades de la dependencia a cargo de Victor Carrancá Bourget simplemente no han hecho nada.

Incluso, acusaron directamente al ministerio público adscrito en Tecamachalco, Roberto Cruz Palma, de hacerlos dar vueltas y no investigar realmente el caso desde hace casi 24 meses.

“Acudimos al Ministerio Público y nos dijeron que esperáramos, y cuando ellos tuvieran algo nos iban a llamar, pero hasta ahorita nada”, dijo la madre Amada Alducín.

“La verdad fuimos con la autoridad, no me hacen caso, voy y vengo y pues nomás me dicen espérate, por eso nosotros mejor investigamos y supimos que su padrino fue el último que lo vio. La autoridad la verdad no me apoya en nada, no me ha apoyado en nada, que espere y espere, ya no pude seguir buscando a mi hijo, pero en lugar que me dieran orientación, me decían hay vente mañana.

”Nunca nada que investigaron, la verdad no nos ayudaron en nada”, dijo el padre José Fortino, clamando apoyo para si alguien sabe del paradero del menor, para que les informen y acaben con la angustia.

Desaparecidos
Gustavo Angel forma parte de la lista de 90 menores desaparecidos de febrero de 2011 a junio de 2013, entre ellos bebés de meses de nacido hasta niños de 2 a 17 años de edad, según estadísticas oficiales de la Procuraduría General de Justicia (PGJ).

El 90 por ciento de las desapariciones corresponde a adolescentes entre los 12 y 17 años de edad, lo que llama la atención es que dos terceras partes son mujeres, en gran número de municipios del interior del estado.

Los datos fueron proporcionados por la dependencia a Intolerancia Diario tras una solicitud de información, en la que se desglosan cifras por municipio, edad, sexo.

En ese tiempo se reportaron a las autoridades 201 desapariciones de menores, 81 de ellas en 2011; 70 en 2012 y 50 en medio año de 2013.
Sin embargo, la PGJ en la información entregada omitió las palabras secuestro, robo o trata de personas, e incluso no puso las causas de la desaparición de los 90 menores, a pesar de que fue solicitado.

Según las estadísticas entregadas, la desaparición de menores en Puebla se debe a diversos factores, que van problemas familiares, noviazgos y hasta por cuestiones de trabajo, pero no se habla de las situaciones arriba mencionadas.

El argumento más común de las autoridades es que la mayoría desapariciones no son forzadas, sino a que jovencitas huyen con algún novio o pareja, por lo que ya no se investiga más.

También existe la desaparición de niños, en la mayoría de los casos por cuestiones familiares, como son pleitos de divorcio y patria potestad, pero también hay situaciones de robo de bebés, incluso a mano armada.

Oleadas
Llama la atención, según la información de las autoridades poblanas, que en diversos municipios existen una especie de “oleadas de desapariciones” de menores de edad, sobre todo de mujeres.

Por ejemplo entre mayo y julio de 2011, desaparecieron 11 adolescentes, 10 mujeres y un sólo hombre; cinco en la ciudad de Puebla, cuatro en Tehuacán, una en Teziutlán y el joven de Tepeaca.

Ese mismo año, pero en agosto, en Tehuacán se esfumaron otros tres adolescentes, dos mujeres y un jovencito, de quienes a cerca de dos años de distancia se desconoce su paradero.

En septiembre de 2011, en Teziutlán, también se reportó la desaparición de tres mujeres adolescentes, dos de 15 años y una de 16, sin que hasta la fecha se sepa su paradero.

También en un municipio tan pequeño como La Mesa Metlaltoyuca se han registrado diversas desapariciones de menores de edad y desde 2012 a la fecha Tepeaca ha incrementado notablemente el número de casos de desapariciones.

El municipio de la capital de Puebla tiene la mayor cantidad de casos, con 31 desapariciones, seguido por Tehuacán, donde no se han localizado a 15 jóvenes y niños; en el tercer lugar están empatados con 10 registros Teziutlán y Tepeaca.

Zacatlán tiene cinco casos; Huejotzingo, cuatro; San Martín Texmelucan, Atlixco y La Mesa Metlaltoyuca con tres cada uno; Lázaro Cárdenas y Tetela con dos y, finalmente, Huauchinango y Cuetzalan con un solo caso.

En 2011 se registraron 81 desapariciones en todo el estado, hasta la fecha no se han encontrado a 30 menores, 26 de ellos entre los 12 y 17 años de edad; los cuatro restantes corresponden a un bebé de dos meses de edad, dos niños de cuatro años y uno de 10.

En 2012 hubo 70 desapariciones, 28 de ellas aún no se resuelven y 25 corresponden a adolescentes y tres a niños de uno, dos y 10 años de edad.

En el primer semestre del 2013 se han registrado 50 desapariciones, 29 de ellas aún sin resolverse, de las que 24 corresponden a menores de entre 12 y 17 años de edad, además la desaparición de un bebé de dos meses y niños de dos, cinco, cuatro y siete años de edad.

De las 90 desapariciones sin resolver, 63 corresponden a personas del sexo femenino y 27 masculino, la gran mayoría adolescentes entre el rango de edad señalado.


Alerta
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), a través del "Censo de Impartición de Justicia 2012", Puebla se encuentra catalogado como la tercera entidad con mayor número de casos de tráfico de niños, con el 13.1 por ciento de los casos en el país, sólo detrás del Distrito Federal y Nayarit.

Teresa Ulloa, directora de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, alertó que desde hace 10 años opera en el estado una red de trata integrada por centroamericanos y mexicanos.

Afirmó que se trasladan a los menores a El Salvador o a Guatemala y los venden en Europa para el hogar, pero también para pornografía y prostitución infantil.

Además, comentó que la mayor incidencia de tráfico ocurre en la Sierra Norte y las zonas urbanas, contra grupos vulnerables que no tienen acceso a una vida digna, servicios de salud o de educación.

Teresa Ulloa resaltó que las autoridades han querido cerrar los ojos ante el problema, pues en dos casos donde existió tráfico de personas para fines sexuales las autoridades se declararon incompetentes.

Uno de estos casos fue relacionado con el bar denominado Caballo Dorado, donde el juez se deslindó con el argumento de que no tenía penales de máxima seguridad. 

Además, afirmó que recientemente ha existido un alza en la frecuencia con la que se sustrae a las personas.