Seguramente, a usted ya lo convencieron de que la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) está brindando un "combate frontal" contra las bandas dedicadas al robo de hidrocarburos que operan en territorio poblano.
A usted le deben parecer "importantes" las estadísticas de aseguramiento de camionetas, camiones y una que otra pipa cargada con lo que llaman hidrocarburo, cuando se trata de gasolina y de la Premium.
Déjeme comentarle que los buti-aseguramientos de hidrocarburos que la SSPE ha informado, sólo a quien le conviene, son para justificar la dura crítica que existe a nivel nacional sobre la seguridad pública, que ha provocado, además del desabasto de gasolina, que el estado se convierta en un lugar inseguro, pese a todas las declaraciones que pretenden poner a Puebla cómo un estado cien por ciento seguro.
Le comento que el robo de hidrocarburos se da por etapas, el primero, que no ha sido atendido con seriedad por parte de las autoridades poblanas, es el saqueo en los ductos que vienen principalmente de Minatitlán (Veracruz) y que pasan por diversos puntos del territorio poblano.
Le comento que estaríamos hablando de pipas de cerca de 45 mil litros que son cargadas en tomas clandestinas, que por cierto ya no han encontrado sólo una.
Estas pipas abastecen a fábricas, gasolineras, a negocios que prefieren pagar por litros que les signifiquen múltiples ganancias. Ésta sería la primera fase donde opera el crimen organizado, los que tienen en sus nóminas a funcionarios de Pemex, del gobierno del estado y de varios municipios, incluyendo algunas cédulas militares y de federales que protegen e incluso escoltan las decenas de pesadas unidades que por día circulan por carreteras federales, del estado y del municipio.
Los terceros son los que compran el hidrocarburo, en este caso la gasolina que llaman "rojita", y que la venden al menudeo, a razón de 5 pesos el litro.
Estos últimos son los que les han asegurado sus unidades y detenidos —en algunos casos—, y los que han exhibido co‎mo "los que saquean a Pemex", cuando los verdaderos "peces gordos" se están riendo.

 

En Cereso de Cholula, puras mieles sobre hojuelas


La directora del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Cholula decidió romper el silencio tras por lo menos tres meses directos de señalamientos que indicaban que la prostitución, la extorción y los negocios ilícitos, sin dejar de mencionar la sobre población, estaban a punto de generar un motín.
Y claro, primero tuvieron que deshacerse de quienes fueron sus "clientes" para esto de la corrupción, para luego declarar que "en el Cereso de Cholula no pasa nada, que casi casi los internos brincan de copo en copo de nieve.
Un penal que empezó a funcionar al inicio de la década de los ochenta para albergar a 144 internos en este momento tiene ya una población que supera los 700 reos, entre ellos conviven por igual los llamados presos de conciencia o políticos que reos que provienen de bandas del crimen organizado.
Con tanta sobre población los vicios se recrudecen y es imposible controlar el pulpo de la corrupción que tiene tantas manos, de ahí que la actual directora, María del Consuelo Reyes Rojas, se ha dedicado de la mano de su subdirector administrativo, Rodolfo Rivera Zahuita, a mejor sacar provecho del río revuelto y ponerse al frente del tráfico de alcohol, estupefacientes y la prostitución, de lo cual se han dado ya detalles en anteriores colaboraciones.
En este espacio dijimos también que‎ la intervención de la Secretaría de Seguridad Pública en el Estado (SSPE), para desmantelar la red de prostitución que desde mediados del año pasado se operaba en el Cereso Regional de San Pedro Cholula, por medio de la explotación sexual de cuatro reclusas de nacionalidad colombiana, que ya fueron trasladadas la semana pasada otros centros penitenciarios, junto con la pareja de reos que desde el interior del penal operaban este negocio, es un avance para meter orden en el reclusorio, pero es insuficiente.
‎Que de los múltiples negocios turbios que se realizan al interior del penal, como lo es la renta a los presos, de diversos artículos como televisores, DVD, películas, grabadoras y la cobranza en las casetas de comida y en las tiendas de abarrotes que funcionan al interior del Cereso.
Aunado a lo anterior, el cobro por el uso de los baños y la venta al mejor postor de los servicios de visita íntima, lo cual es un tema sumamente delicado al que ya se le debe poner un hasta aquí por parte de las autoridades municipales, en virtud de la ambición de su actual directora, María del Consuelo Reyes Rojas, y de su subdirector administrativo, Rodolfo Rivera Zahuita, un sujeto surgido de las cañerías de la política cholulteca que llegó caminando a trabajar al reclusorio hace un año, y que ahora hace ostentación de su riqueza y de al menos tres autos que ya tiene a su servicio.
Y ahora resulta que todo está bien
¿Usted le cree?
Nos vemos cuando nos veamos.