El día de ayer, el periódico Cambio reveló que Jorge Márquez, poderoso operador político del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, renunciaría a la Oficialía Mayor de la dependencia federal, para buscar una diputación federal en la elección de junio de 2015.
La publicación de Cambio tiene implicaciones políticas para Puebla, toda vez que el subsecretario de Sedesol, Juan Carlos Lastiri, es un hombre cercano al cada vez más influyente Jorge Márquez.
En la nota firmada por el reportero Gerardo Ruiz y titulada "Jorge Márquez renuncia a la Segob y deja viudo a Lastiri" se hace hincapié en que la ausencia en la Secretaría de Gobernación del Oficial Mayor dejará a Juan Carlos Lastiri en la orfandad política, debido a que el hidalguense mucho ha tenido que ver en la ascendente carrera política del oriundo de Zacatlán, quien ahora es considerado como un aspirante a la gubernatura poblana por el PRI.
Para dar un mejor contexto, me permito transcribir un fragmento de la publicación de Cambio:
 
Jorge Márquez renuncia a la Segob y deja viudo a Lastiri
Gerardo Ruiz
Quien se desempeñaba como oficial mayor de la Secretaría de Gobernación intercedía por los delegados en Puebla ante EPN y el CEN tricolor. Márquez Montes busca una candidatura a diputado federal en Hidalgo; fue quien logró el aval del presidente de la República para que Lastiri Quirós colocara a sus alfiles en las principales delegaciones.
Juan Carlos Lastiri y todo su grupo político quedaron en la orfandad tras la renuncia de su “padrino” Jorge Márquez Montes a la Oficialía Mayor de la Secretaría de Gobernación (Segob) para buscar una candidatura a diputado federal en Hidalgo.
La noticia de la renuncia de Márquez Montes cayó como balde de agua fría en Puebla, en especial a Juan Carlos Lastiri y a su grupo de delegados federales que aún se mantienen en sus cargos, pues era el oficial mayor de la Segob quien intercedía por ellos ante Peña Nieto y ante el Comité Ejecutivo Nacional del CEN del PRI.
Fue precisamente Jorge Márquez quien en 2013 aprobó y logró el aval del presidente de la República para que Lastiri Quirós se apropiara de la mayoría de las delegaciones federales en Puebla y así poder colocar a sus alfiles en las principales dependencias, como el caso de Juan Manuel Vega Rayet en la Sedesol, Juan de Dios Bravo en Liconsa, Lorenzo Rivera Sosa en Sedatu, Vanessa Barahona de la Rosa en la Secretaría del Trabajo, Cutberto Cantorán Delgado en Conafe y Humberto Aguilar Viveros en Conafor.
Con esto, Lastiri se convertirá en una de las principales “viudas” de Márquez, pues el actual subsecretario de la Sedesol tenía puestas todas sus esperanzas en el hidalguense para construir su candidatura a gobernador del estado en 2018.
Previo a su arribo en 2012 al gobierno federal, Jorge Márquez, quien es originario de Hidalgo, se desempeñó como asesor y posteriormente como coordinador de asesores del gobernador en la administración de Miguel Ángel Osorio, hoy titular de la Segob. Previo a ello, fungió en 2011 como secretario de Organización del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI.
 
Hasta aquí la obligada cita.
Y efectivamente, Jorge Márquez será candidato a una diputación federal, con la salvedad de que quién buscara la curul no es el oficial mayor de Gobernación, sino el expresidente municipal de Tulancingo, Jorge Márquez Alvarado.
En una evidente confusión, la fuente del reportero no le explicó que en el estado de Hidalgo existen dos políticos con el mismo nombre y primer apellido, pero en que buscará la diputación es Jorge Márquez Alvarado, mientras que Jorge Márquez Montes seguirá despachando desde Bucareli, como el brazo derecho de Miguel Ángel Osorio.
Lo que es un hecho irrefutable es que la mano de Márquez Montes en Puebla ha sido clave para el nombramiento de los principales delegados federales y que desde el inicio de la administración peñista todas las decisiones políticas referentes a Puebla pasan por la oficina de este personaje, cuya continuidad en la Secretaría de Gobernación está fuera de discusión.
De esta forma, la confusión periodística a manera de borrego dejó, en unos cuantos renglones, viudo y huérfano a Juan Carlos Lastiri; quien seguramente leyó la nota, divertido, sabedor del yerro informativo.
Me queda claro que las fuentes no son infalibles y que cuando éstas fallan, dejan al reportero en total estado de indefensión.