Puebla, a 15 jornadas de la conclusión del Clausura 2015, luce como el candidato natural para perder la categoría por falta de planeación en los pasados 10 torneos, en donde no realizó la tarea de escritorio. Los directivos de la Franja nunca le encontraron la cuadratura al círculo hasta el arribo de Sergio Bueno al banco técnico. Lamentablemente le tocó bailar con la más fea, sí, con Huego Fernández. El uruguayo no dejó al entrenador realizar un buen trabajo, porque su egocentrismo siempre se antepone a los intereses del club, siempre quiere ser el centro de la atracción, con todo y no estar actualizado. El sudamericano, que prácticamente es poblano por adopción, se encargó de hacerle la vida de cuadritos a Sergio Bueno, filtrando documentos —cuentan los enterados— a representantes de los medios de comunicación de la ciudad de México, con el claro propósito de apartar a Bueno de la dirección técnica.
Los directivos de aquel entonces terminaron por aceptar la “renuncia” de Bueno, quien regresó con el tiempo de forma indirecta al seno de los Camoteros a través de Carlos Hugo López Chargoy, brother de Jesús, el actual mandamás del Puebla. La planeación de la versión 2015 de los Camoteros pasó por las manos de Sergio Bueno, quien en el draft trató de “comprar” los jugadores con los nombres y las cualidades que el “Profe# Cruz plasmó un su lista de deseos. El resultado fue un equipo balanceado, pero con la gran cualidad de poseer una artillería de miedo; sí, con Alustiza, Rey, Gómez, Cuauhtémoc, Santos, Esqueda, Loroña y Cosme tiene para asustar a los zagueros de cualquier equipo.
Lamentablemente el tiempo da la impresión de jugarle una broma macabra a Puebla durante la contienda en la que sí trabajó bien la directiva para trascender. No para descender. Los errores del pasado ahora se ensañan con el equipo y la combinación de resultados de Leones Negros, Veracruz y Guadalajara afectará enormidades los resultados positivos y negativos de los Camoteros.
El tiempo ha reiterado que Sergio Bueno es un buen entrenador, como el colombiano Juan Carlos Osorio. Lamentablemente Hugo Fernández no los dejó trabajar, ahora los resultados ponen a Puebla en la picota.
Si Puebla desciende por tercera vez en su historia —Verano del 99 y Clausura 2005—, la afición del equipo será la más afectada y el conjunto quién sabe si tenga la fuerza para regresar como la tuvo dos años después de perder la categoría en el 2005. Sí, es verdad, al campeonato le restan 15 duelo, pero el calendario espeluznante es del Puebla, porque jugará contra América, Cruz Azul, Tigres, Monterrey, Morelia, Querétaro, Chiapas, Chivas, Pumas, Toluca, Leones Negros, Atlas, Pachuca, León y Santos; todos los partidos los disputará de visitante por la remodelación del Cuauhtémoc. El estadio sí pesa, los que no creen pregunten a los dirigidos de José Manuel de la Torre, Chivas sin el entradón en el Omnilife no hubiese tenido fuerzas para vencer a Pumas 2-1.