Hace dos años un grupo de priistas acusó a la dirigencia nacional de ese partido de mantener “acuerdos cupulares del CEN del PRI, con el inquilino de Casa Puebla en contubernio con el fallido candidato al gobierno del estado el Lic. Javier López Zavala”.  
Los señalamientos no fueron formulados en mesas de café o pasillos del viejo edificio de la Diagonal Defensores de la República. Se trató de una acusación formal realizada a la Comisión Nacional de Procesos Internos y a la dirigencia, encabezada entonces por el quintanarroense Pedro Joaquín Coldwell. 
Dos de esos escritos están en las manos del columnista y ostentan hora y fecha de entrega: 13:44 horas del día 10 de febrero de 2012, cinco meses antes de la elección de la que resultaría ganador el presidente Enrique Peña Nieto, en julio de hace dos años. 
Los textos de ayer son documentos que comprueban con claridad una circunstancia del presente. El entreguismo de activos del priismo como lo fue el propio López Zavala y el promotor del líder del Partido Nueva Alianza en la mixteca, Filiberto Guevara González. 
El excachorro del marinismo que fue contendiente de Rafael Moreno Valle, el panistaperredistaaliancista que echó al PRI del gobierno, ha levantado la mano otra vez, para ser abanderado al gobierno del estado en 2016,  fue claramente identificado como un colaboracionista del régimen en turno. 
El otro es Guevara González, que junto con López Zavala forman parte de la morralla legislativa en San Lázaro a quienes jamás se les pudo ver en tribuna discutiendo temas fundamentales para la salud de la República o el régimen en apuros de Enrique Peña Nieto. 
Haber puesto en el banquillo de los acusados a ambos personajes en el priismo nacional hace dos años no fue impulso de improvisados, hechizos u aventureros de la actividad política.  
Los documentos están firmados por la diputada local y dirigente del sector campesino, Maritza Marín Marcelo; el ex diputado federal, Cutberto Cantorán Espinosa; el exalcalde de Acatlán de Osorio, Aristeo Ariza Alonso; por el ahora delegado de la Secretaría de Desarrollo Social y ex edil de Izúcar de Matamoros, Juan Manuel Vega Rayet y por Fausto Rendón Vargas, Roberto Juan López y Saúl Coronel Aguirre. 
En el punto 1 de uno de los escritos dirigido a quien ahora es secretario de Energía y a José Alarcón Hernández, entonces presidente del órgano auxiliar de la Comisión Nacional de Procesos Internos establecen que “es del conocimiento de todos los suscritos que en voz del referido C. Javier Filiberto Guevara González, nos hizo saber que participa en contra de su voluntad (en la campaña para diputado federal) haciéndolo por instrucciones del Gobernador del Estado de Puebla en contubernio con el C. Javier López Zavala candidato perdedor (…)” 
La vigencia de los escritos dirigidos a la presidencia del CEN del PRI cobran una especial notoriedad en momentos en que uno y otro actor forman parte del tironeo natural en la vida interna de una institución partidista para definir perfiles a las candidaturas del ya muy próximo 2015. 
¿Volverá esta especie de dúo dinámico a imponer la voluntad de agentes externos como el morenovallismo en la vida del PRI como sucedió en el pasado reciente?
De la confección de las listas se podrá hacer una valoración final, y esa está a la vuelta de la esquina.