Respeto a la ASPABUAP, compromiso de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT).
Así es como han iniciado las relaciones entre la nueva administración del sindicato de académicos de la Universidad Autónoma de Puebla con dicho conglomerado de organismos sindicales.
El recién nombrado secretario general de la ASPABUAP, Jaime Mesa Mújica, ha empezado a mostrar su colmillo en los menesteres no sólo políticos, sino sindicales y de real apoyo a la base trabajadora.
Sin grillas, así de simple.
Apenas hace unos días anunció que llegó con un compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas y presentó un oficio por escrito a la Dirección de Recursos Humanos de la UAP, para que ajuste el monto de la cuota sindical al 1.5%.
Desde la campaña, el líder dijo que su gestión ha asumido un claro compromiso con la rendición de cuentas y la transparencia del manejo y uso de los recursos ejercidos desde el 1 de mayo de 2014.
En el tema de las cuotas sindicales, se revocó el acuerdo de la administración anterior, donde los convencionistas en noviembre de 2010 acordaron aumentar de 1.5 a 1.7% las cuotas sindicales.
Qué mejor manera de llegar que beneficiando a los trabajadores directamente a su bolsillo.
Será en noviembre, durante una convención, donde los representantes sindicales de cada unidad académica definan su postura de ratificar o de modificar el porcentaje de la cuota sindical.
En paralelo, los días 5 y 6 de noviembre, ASPABUAP y SITBUAP, serán sedes de la XII Asamblea General Ordinaria y III Informe de Actividades del Comité Ejecutivo Nacional de la Contu, evento al que asistirán más de 90 organizaciones sindicales de universidades de todo el país.
En el marco de esta asamblea nacional celebrarán los 21 años de fundación de la ASPABUAP.
A tambor batiente llegó Mesa Mujica.
 
El accidente
Hace unos días el activista, miembro y vocero de la organización no gubernamental Contingente Puebla, Misraim Hernández Fernández, iba circulando tranquilamente por una carretera de la Sierra Norte.
De repente, un automóvil no solo le dio alcance, sino también le cortó el paso de manera intempestiva, lo que provocó que perdiera el control de su vehículo.
De esta forma fue como se salió de la carretera para caer algunos metros en una zona boscosa.
Para su fortuna no pasó del susto y de unas lesiones que, aunque no ponen en riesgo su vida, si la complican, ya que resultó con afectaciones en la columna.
Pero este accidente no mermó, ni mucho menos espantó al activista poblano, quien ha estado pendiente en todo momento del caso Chalchihuapan desde el mismo 9 de julio, cuando se registró el ya afamado enfrentamiento entre policías y manifestantes.
Él menciona que lo toma como un accidente vial, ya que no tiene elementos para asegurar cualquier otra situación.
Ahora su compañero inseparable es un collarín, que lleva si no gustoso, sí por obligación a todas sus actividades.
Y eso que tiene que guardar reposo como ordenó el doctor, para que no haya complicaciones en su columna.
“La gente que está tratando de hacer este mundo peor no toman ni un día libre, ¿Cómo podría tomarlo yo?”, dijo el inmortal Bob Marley.
Tal vez ahora lo piense Misraim Hernández.
 
El huido
Este jueves será determinante para el futuro del expresidente municipal de Izúcar de Matamoros, Carlos Gordillo Ramírez.
Tiene una cita ante la justicia, luego de que la Auditoria Superior del Estado ratificó, ante la Procuraduría y el juez penal, las denuncias en su contra por la desaparición de 76 millones de pesos.
El exedil enfrenta el inicio de dos procedimientos legales por un monto total de 76 millones de pesos; 28 millones por el ejercicio del 2011 y otro procedimiento por no comprobar 48 millones, en el 2012.
Por lo tanto, tiene dos denuncias penales en su contra, acusado de peculado: enriquecimiento ilícito y desvió de recursos públicos, bajo los expedientes 230/2013/DGSP y 404/2013/DGSP.
En un acta de Cabildo con fecha de 14 de febrero de 2014, un día antes de que terminara su gestión, supuestamente le aprobaron y autorizaron todas sus cuentas públicas y estados financieros del año 2013.
Pero al parecer falsificó la firma de los regidores y alteró la fecha de un documento oficial e institucional, a la cual le cambió el contenido, pues no coincide que el del libro de cabildos.
Esa es tan sólo una de las irregularidades en las que incurrió.
Ahora, habrá que esperar qué determina la justicia, si impunidad o cárcel. Mientras tanto, nadie sabe dónde se encuentra el médico de profesión.
Muchos dicen que en Tombuctú, y no precisamente curando el ébola.