El morenovallismo busca por todos los medios maquillar su fracaso en materia de política social. Recordemos que el combate a la pobreza en el estado no es una prioridad para la actual administración.
Recordemos, en la primera parte del sexenio fuimos testigos de cómo prefieren derrochar el erario público en obras de relumbrón y en posicionar la imagen del gobernador a nivel nacional. Sin embargo, esa omisión se está convirtiendo en una piedra en el zapato.
Hace unos días pusieron en marcha una estrategia que tiene como objetivo culpar a las anteriores administraciones de no hacer frente al tema de la pobreza. Sí, así como lo escucha, el gobierno morenovalllista busca curarse en salud.
Fue a través de uno de sus alfiles, el diputado Salvador Escobedo Zoletto, quien presentó una iniciativa para “evaluar” a la anterior administración en el combate a la pobreza. Por cierto, un dato: dicha propuesta está fuera de las funciones de la Comisión de Desarrollo Social del Congreso local, ya que —en todo caso— le corresponde a la Inspectora o Gobernación realizar este ejercicio. 
Pero el problema no acaba aquí.
Al ser abordado por los reporteros, el exsecretario de Desarrollo Social reconoció que aún no tiene la metodología para evaluar los programas de combate a la pobreza de la administración anterior. Esto demuestra una cosa: no tiene ni la menor idea de cómo iniciar la tarea asignada desde los Cerros.
Es decir, Escobedo Zoletto trabaja sin estrategia definida y construye castillos en el aire. Su desconocimiento asombra, toda vez que el ahora diputado local del PAN fue oficial mayor de Sedesol, coordinador nacional de Oportunidades durante el sexenio de Felipe Calderón, y él, mejor que nadie, tiene una radiografía de cómo se trabajó bajo la tutela de los gobiernos panistas.
En el colmo del cinismo, trata de justificar su paupérrimo trabajo al frente de la Secretaría de Desarrollo Social bajo el argumento de que sólo estuvo nueve meses al frente de la dependencia y, por ende, no tuvo margen de maniobra para aterrizar los programas sociales. Sin embargo, presume que la actual administración sí ha combatido la pobreza. 
Los tiempos de buen presidente municipal ya pasaron, se perdió y ahora es un empleado más del Congreso al que lo mandaron a lavar la imagen, pero con muy pobres resultados.