Vaya tembladera de piernas la que se ha vivido en las últimas horas en las entrañas del bloque opositor en esta Puebla camotera, luego que fuera echado al basurero un amparo a favor de José Juan Espinosa por las mentadas acusaciones de enriquecimiento ilícito.

De la noche a la mañana se dio a conocer que el susodicho JJ volvió a estar en la mira de Doña Justicia por una denuncia en su contra por el presunto agandalle de varios miles de morlacos.

Cómo no, si en pleno proselitismo pa’ llegar a San Lázaro por las filas de la coalición “Fuerza y Corazón por México”, el JJ se fue dando color que ya no contaba con el amparo pa’ impedir que pudiera ser detenido.

Y es que el Segundo Tribunal Colegiado en Materia de Amparo Penal del Sexto Circuito, le terminó cantando el “nel” a las acusaciones que enfrenta, desde allá por el 2019.

Pa’ terminar de regar el tepache, la cosa se puso color de hormiga pos’ ahora resulta que el verdugo del JJ no fue otro más que su mismísimo compadre de alianza y candidato panista al Charlie Hall, Mario Riestra Piña.

Tanto fue el chismerío que en esos tiempos el JJ y el Mario no podían verse ni en pintura. Mucho menos se pensaba en que el ahora chapulín sería el carnal del candidato pitufo.

Pa’ nadie es un secreto que quedarse sin amparo le viene al JJ como verdadera cubeta de agua fría, pos aún se mantiene en campaña y deberá estar con un ojo al gato y otro al garabato, por aquello de las malditas dudas.

Pa’ terminar de rematar, a la de a Wilbur que duele doble que la denuncia en su contra y todo lo que ahora enfrente, sea por cortesía del fuego amigo opositor.

Cómo no, si las alianzas, coaliciones y compadrazgos se mueven por la forma y el fondo, y sólo así es que se entiende, mis culebras, que los tiempos en polaca llegan justo a la hora.

Y si bien el JJ anda envalentonado a lo Juan Camaney, lo cierto, banda, es que el chistecito lo acabará distrayendo de la campaña.

¿Seguirá aplicando la vieja confiable del perseguido político?

Delfina y las “patitas pa’ qué las quiero

Vaya perro oso el que se chutó la dirigente estatal del tricolor, Delfina Pozos, luego que se apostara junto con líderes de la oposición afuera de Casa Aguayo.

Mientras la Delfina urgía seguridad pa’ los candidatos, a la hora de explicar que su suplente Tania “N” fuera trasladada al Cereso de San Miguel bajo siete cargos, aplicó la de patitas pa’ qué las quiero.

Pos si la seguridad es una prioridad, banda, ¿no sería igual de importante enfrentar la marea como venga?

Tarde o temprano el caso de Tania alcanzará a propios y extraños, tanto así, que evadirlo también restará más puntos de lo esperado.

Ahí se las dejo al costo.