La buena relación del gobernador Sergio Salomón y la prensa se notó y bien.

Un encuentro entre directores y dueños de medios de comunicación con el mandatario estatal, sirvió además de la camaradería y sana relación que existe, para aclarar muchas situaciones, contar anécdotas, platicar proyectos y hasta para reconocer a amigos.

En la comilona con chicharrón carnudo, en el Centro Expositor, realizada antes de que inicie la veda electoral, el gobernador de Puebla, se abrió y sin tapujos hasta contó cómo inició una buena relación con Miguel Barbosa y sobre todo con Andrés Manuel López Obrador, a quienes no conocía, pero se los ganó.

Incluso, a diez meses que concluya el mandato, señaló que él se quiere ver tranquilo caminando por las calles, una vez que acabe su periodo. Su legado, dijo, que sea “una Puebla unida”.

Tiempo al tiempo.

Al maestro con cariño

Ahora se habla de unidad en el Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

Todos o casi todos han sido institucionales.

Algunos aceptando hueso, otros esperándolo aún.

Pero el único que no se cuadró, ni ha aceptado los resultados, es el exsecretario de Educación, Melitón Lozano Pérez.

El maestro y expresidente de Izúcar de Matamoros, tronó contra su mismo partido Morena y todo porque no salió electo para la candidatura por la diputación federal por esa zona, en la que fue designado Eduardo Castillo.

Hasta comparó el proceso de Morena con las viejas prácticas priistas.

Pero no entendió, como en los otros casos, que Eduardo Castillo, actual líder del Congreso estatal, es garantía de triunfo, además de que es un experto conciliador.

Lo cierto es que Melitón ha perdido mucho la confianza afuera y en su mismo partido, por su forma de proceder, pero sobre todo de administrar, cuando ha tenido el poder en las manos.

Por algo y no por nada los malos resultados, auditorías y hasta investigaciones en su contra.

Hay que recordar también que en su paso del profe Melitón por la SEP de Puebla, salió muy mal y hasta con denuncias en su contra.

También a nadie se le olvida que su esposa Juana Marmolejo, está inscrita para ser candidata de la 4T a la presidencia municipal de Izúcar de Matamoros.

¿De quedar Marmolejo, cambiaría Melitón sus críticas como por arte de magia?

Lo cierto es que Juana Marmolejo, tiene muy pocas posibilidades.

Ahí quien tiene los mejores números es la alcaldesa Irene Olea, quien a pesar de la guerra sucia que emprendió el mismo maestro, ha salido avante.

Todos en la zona caliente de Izúcar lo saben y más en Morena, que Melitón, es la mano que mece la cuna y eso no ayuda en nada al proyecto de la 4T.

Una raya más al tigre.

Por lo mismo, entonces se espera que siga el berrinche de Lozano por no lograr un solo hueso de las dos velitas que prendió.

Tiempo al tiempo.