Hace unos días hubo una profunda caída en los mercados internacionales al darse a conocer la falta de pagos del gigante inmobiliario chino Evergrande, al ser incapaz de enfrentar sus compromisos de deuda.

Pero para esto se preguntarán ¿Qué es Evergrande?

Es el segundo desarrollador inmobiliario más grande de China. Es parte de Global 500, o sea que también es una de las empresas más grandes del mundo. Cotiza en Hong Kong y tiene su sede en la ciudad de Shenzhen, al sur de China.

También construyeron los parques de diversiones y temáticos Evergrande Fairyland y Ocean Flower Island, en Hainan, la provincia tropical de China conocida como “el Hawai chino”, que incluye una isla artificial, centros comerciales, museos y parques de atracciones.

En la actualidad trabaja en la construcción del estadio de fútbol más grande del mundo, con un costo de mil 700 millones de dólares y se espera que se termine de construir a finales de 2022.

De acuerdo con Bloomberg, Evergrande debía devolver los intereses de algunos préstamos bancarios este lunes pasado, pero las autoridades chinas han informado a los principales bancos que no recibirán esos pagos: en total 100 millones de dólares. Como consecuencia ya se imaginarán, la bolsa de valores cayó profundamente.

Aquí en México gran parte de las empresas que se dedican a los negocios inmobiliarios se encuentran fuera de la bolsa de valores y, por lo tanto, desconocemos sus estados financieros, pero es un hecho que algunas enfrentan una problemática de viabilidad, certeza y transparencia.

Esto sin duda tiene graves consecuencias para las decisiones de compra de bienes inmuebles, ya que siempre hay retrasos en las entregas y sin duda puede profundizarse hasta la total falta de cumplimiento de los acuerdos.

Esto es así por la manera de operar de las constructoras que se apalancan con crédito bancario y con los mismos clientes a través de la “preventa”.

La tecnología en era Covid

El uso de procesos tecnológicos en los negocios inmobiliarios aumentó más del 100% en lo que va de este año comparado con el mismo periodo del 2020, esto se debe y es gracias a la pandemia de Covid-19 que trajo consigo nuevas necesidades, un ejemplo es la de reducir el contacto con objetos y personas, de esta manera se pudieron realizar compraventas y arrendamientos sin el riesgo de contagios y con la mayor certeza en la transacción o acuerdo.

Este boom de la digitalización se vio en el auge del llamado ecommerce, de los servicios de streaming y en los de entrega a domicilio. principalmente permeó todo y con el sector inmobiliarios sucedió lo mismo, pues, también se presentó en los créditos hipotecarios.

La crisis de la pandemia hizo que sacar un crédito hipotecario para comprar una vivienda tuviera intereses muy bajos y también facilitó los procesos. Ahora se puede obtener un crédito hipotecario desde un dispositivo electrónico, sin desplazarse y con procesos más ágiles que antes.

El impacto que ha tenido la pandemia en nuestra vida cotidiana y en nuestra economía es notorio. Sectores como de bienes raíces, es un ejemplo, tienen que adaptarse rápidamente, debido a que la población ha transformado sus exigencias. Un fenómeno que ha incidido en este mercado, por ejemplo, son los nómadas digitales.