Una buena noticia para el mezcal poblano fue la comprobación del trabajo hecho en años recientes en la zona de Huehuetlán El Grande, donde la consolidación de la cadena mezcal parece afianzarse como en otras de nuestra entidad. Y es que en días pasados la Ruta del Mezcal de la Mixteca Poblana fue presentada a la Confederación Española de Agencias de Viajes.

Este es un paso más para apuntalar una cadena agroproductiva de alto valor donde Puebla tiene 116 municipios dentro de la Denominación de Origen, como agaves endémicos únicos de nuestra geografía. Falta que lleguen los turistas, pero parece que los trabajos hechos en España por las Secretarías de Turismo, Desarrollo Rural y Economía comienzan a rendir frutos.

Habrá que recordar que el mezcal mexicano tuvo hace poco una escaramuza de poder en el Consejo Mexicano Regulador de la Calidad del Mezcal (COMERCAM). Este órgano de reconocimiento legal es el encargado de legitimar la calidad del mezcal de acuerdo a las Normas Mexicanas para este propósito, lo que les deja un jugoso $1.80 por cada litro que les piden certificar. La exportación y la masificación, legal, de la bebida atraviesa por este organismo regulador.

Después del largo reinado de nueve años del cuestionado Hipócrates Nolasco, que llevó los problemas mezcaleros a las calles de Oaxaca y cuya contabilidad fue opaca por decir lo menos, la COMERCAM vivió meses de incertidumbre teniendo dos presidentes.

La disputa fue entre los oaxaqueños Abelino Cohetero Villegas y Juanito Martínez Santiago, con los intereses de la magisterial APPO y el oaxaqueño gobernador Murat detrás, aunque las quejas terminaron rebotando en Jalisco y sus empresas de cotización pública, y cayendo en los oídos de la secretaria de Economía Federal Tatiana Clouthier; dependencia que regula al consejo.

Con determinación la sinaloense Tía Tatis eligió el camino de la legalidad al ratificar a Cohetero Villegas en vez de lo que sería una extensión vedada de un régimen turbio. La consolidación del importante destilado mexicano está en etapas críticas, donde la regulación de la calidad como su masificación dependen de un ecosistema administrativo que de certezas.

Jurídicos sobre la lluvia

Las herencias de la legislación local saliente, que parece regresará a una última sesión extraordinaria para tratar la ley de desapariciones, comienzan a sentirse al entrar en efecto los artículos transitorios de sus leyes.

Azuzados por las problemáticas sociales ligadas a Volkswagen y al alegato de afectar las lluvias en zonas aledañas a los patios donde resguardan sus autos con los cañones antigranizo, el Congreso del estado prohibió afectar o influir en los ciclos de la lluvia.

Los ajustes a la reglamentación aplicable deberán venir dentro de los ciento ochenta días hábiles de la publicación de la ley, que pasó el 19 de mayo pasado, por lo que las propuestas de la Consejería Jurídica comienzan a circular.

La proposición de la oficina del subconsejero jurídico Armando Ramírez Reyes cruza por la adición del artículo 47 ter a la Ley para la Protección del Ambiente Natural y el Desarrollo Sustentable del Estado de Puebla, donde se le da a la Secretaría de Medio Ambiente la capacidad de realizar aseguramientos precautorios de los bienes, tecnologías o demás instrumentos que provoquen la alteración del ciclo hidrológico natural.

Esto sin duda pondrá en un aprieto a la Secretaria Bety Manrique, quien podría tener como infractor a la propia Secretaría de la Defensa Nacional. El Proyecto de Estimulación de Lluvias, en trabajo conjunto con la SADER, es la iniciativa más grande del país para incitar las lluvias y ha realizado casi una centena de vuelos en lo que va del año para sembrar las nubes con yoduro de plata y estimular las lluvias.

Aunque este proyecto por ahora se encuentra en Sinaloa, Sonora y Chihuahua, el cambio climático y las crisis hídricas harán que esta tecnología sea necesaria en Puebla. Regulación en vez de prohibición podría ser mejor aproximamiento para la Consejería Jurídica si es que quieren ver que las leyes tengan un impacto en la vida real.