Tras registrar casos de coronavirus de mínimos y solo uno este domingo, la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, anunció a la población que el virus ha sido"actualmente eliminado" en el país.

Pese a este logro, la mandataria reiteró que no bajarán la guardia, pues señaló que seguirán tomando medidas para evitar un posible rebote de casos como sucede en algunas partes de China.

Luego de dar este anuncio, la mandataria señaló que algunas actividades irán recuperando terreno de forma paulatina.

Por ello, a partir de este 28 de abril, en Nueva Zelanda se eliminarán algunas restricciones así como la reapertura de algunas actividades comerciales, servicios de atención médica y actividades educativas no esenciales.

Pese a este logro, Jacinda Ardenr recalcó a la población que siga permaneciendo en casa en todo momento hasta que se garantice que no hay riesgo sanitario.

De acuerdo con la BBC, Nueva Zelanda ha reportado menos de mil 500 casos confirmados o probables de coronavirus y 19 muertes.

Por su parte, el director general de Salud de Nueva Zelanda, Ashley Bloomfield, advirtió que "eliminación" no significa que no vaya a haber nuevos casos,pero sí implica la identificación de nuevos casos.

"No hay transmisión comunitaria generalizada no detectada en Nueva Zelanda. Hemos ganado esa batalla".

Luego de darse a conocer los primeros casos de coronavirus en varias partes del mundo, Nueva Zelanda impuso algunas de las restricciones más duras del mundo en viajes y actividades locales.

Cerró sus fronteras, impuso la cuarentena obligatoria a todas las personas que llegaran al país, agregó el estricto bloqueo y creó una extensa operación de pruebas y rastreo de contactos.

Las playas, los paseos marítimos y los parques infantiles se cerraron el 26 de marzo, al igual que oficinas y escuelas

El funcionario destacó que las cifras en el país pudieron dispararse hasta mil casos por día si no hubiera aplicado medidas tan estrictas tan temprano.

"Fueron medidas difíciles, pero con nuestras acciones acumuladas evitamos lo peor".

De acuerdo con expertos, la ubicación geográfica remota de Nueva Zelanda y la facilidad de cierre de sus fronteras jugaron a su favor cuando estalló el virus.

Pero el gobierno neozelandés también ha sido elogiado por la claridad de sus mensajes durante la crisis.