Aunque a nivel mundial la iglesia católica estaba perdiendo adeptos y creyentes, ahora, después de la pandemia, han vuelto a la fe de la religión y del catolicismo, “la gente que estaba alejada y descreída ahora regresa por el temor a la pandemia”.

A decir del asesor cultural de la UPAEP, Eduardo Merlo Juárez, "cuando viene el desastre de la pandemia, deciden regresar a creer en las fuerzas sobrenaturales, y regresaron a la iglesia".

Incluso, recordó que, en la cofradía de Jesús de Nazareno, a la que representa, lo notaron, porque además de que suspendieron la procesión de Viernes Santo por pandemia, cuando se reanudó esa procesión aumentó en mucha cantidad de personas que acudieron a las iglesias y a la misma procesión.

“Eso quiere decir que la gente recurre a la religión porque, aunque no nos hemos recuperado bien, la resaca de la pandemia todavía la venimos arrastrando, la gente sigue pegada a la iglesia y se llenaron las iglesias otra vez”.

Lo que encuentran ahora, en la víspera de la XXXII edición de la procesión de Viernes Santo en la Ciudad de Puebla, explicó el arqueólogo, es una respuesta positiva y que la fe católica se mantiene.

Pero, además, señaló también que, la iglesia y los sacerdotes han respondido a la demanda de la gente, en general sí lo han hecho y muy bien, porque la gente ha pedido mucho la asistencia de los sacerdotes, “sí la han recibido muy bien”.

Aunque hay un problema, alertó, porque la pandemia se llevó setenta sacerdotes y por eso hay una crisis de vocaciones y de sacerdotes, pero los que se quedaron tuvieron que repartirse 3 o 4 iglesias casa uno y corrieron de una a otra para atenderlas.

Sin embargo, Merlo Juárez, aseveró que, si no hubiera esa necesidad de la gente, los sacerdotes se quedarían tranquilos en una sola iglesia, “eso habla del incremento de fieles que regresaron a la iglesia católica”.

Por eso, el asesor cultural de la UPAEP señaló que, la fe católica se mantiene y los escándalos de algunos sacerdotes solo provocaron problemas locales no mundiales, “siempre habrá problemas porque todos somos humanos y tenemos fallas y aciertos”.

Dijo que, la gente tiene una fe a pesar de los propios dirigentes de la iglesia, “tenemos un papa extraordinario como nunca, el último papa no italiano fue Adriano VI en el siglo XVI y era igual que Francisco, se juntaba con la gente y no les hacía caso a los cardenales, ni a los reyes, andaba con la gente, sin embargo, duró casi dos años y murió en circunstancias misteriosas.

"De ahí, tuvieron que pasar varios siglos para que Juan Pablo II rompiera ese acaparamiento y la iglesia se volvió otra vez recurrida por la gente, pero hoy, el papa Francisco es excepcional, “él es pobre de naturaleza y jala a las personas”.