A 102 días de elegir de presidente del país se observa que la delincuencia tiene una fuerte organización y, sobre todo, tiene la complacencia de las autoridades para expandirse y aterrorizar a la población y cumple su cometido de colocar candidatos a los puestos de elección que le son afines.

A decir del director fundador del Instituto de Ciencias Jurídicas (ICI), Germán Molina Carrillo, lo que se verá es que financian campañas, eliminarán a rivales y se apoderarán de municipios enteros en los que está ya supliendo el papel de las autoridades en turno.

Además, en esos lugares, los pobladores se han visto obligados a pedir la intervención para que cesen los ataques que sufren de manera permanente y con eso, aceptan sus condiciones, para al menos tratar de sobrellevar sus vidas por la ausencia de las autoridades y su incapacidad para detener a estos grupos.

Entonces, lo que se observa es una delincuencia organizada contra una sociedad civil desorganizada, por eso, pone en duda si realmente los mexicanos votarán porque este estado de cosas continúe los siguientes seis años.

Y es que, ante una sociedad como la nuestra completamente desorganizada y donde prevalece el individualismo, sobre el interés común, los mexicanos deben valorar si votarán porque este estado de cosas continúe los siguientes seis años.

Por lo anterior, deben ser momento para que el Ejército deje de estar haciendo obras y negocios y se ponga a combatir a los delincuentes y, además, evaluar para qué sirve al país la Fiscalía especializada en delitos electorales y con eso se logre frenar que nos sigan gobernando políticos puestos al servicio de la delincuencia organizada.

Molina Carrillo, señaló que, cómo país, no tenemos la esperanza de que quien nos gobierne los próximos seis años, tenga una solución para el drama que viven las familias en los estados donde los cárteles del narcotráfico han sembrado su ley.

Recordó que, desde el arribo al poder del presidente Andrés Manuel López Obrador, los mexicanos, nos hemos visto inmersos en una guerra de medios todos los días; no sólo durante la difusión de las conferencias mañaneras y en las que no sólo se da cuenta y se informa sobre los asuntos que atiende el presidente y su gabinete, sino también de su permanente guerra en contra de los que denomina sus adversarios.

Ahí, el mandatario mexicano aprovecha para denostarlos y culparlos todos los días de las desgracias y problemas que le heredaron los gobiernos del periodo neoliberal a los que acusa de haberse enriquecido en forma escandalosa con los recursos públicos.

Además, dijo el director fundador del ICI, los acusa de tener secuestradas a las instituciones, de pactar con los cárteles del narcotráfico que, prometió acabar y que a la fecha siguen siendo el cáncer del actual sexenio, donde el problema es que los gobernados no notamos una mejora a la situación de las familias.

“La retórica del presidente, ante los evidentes problemas y la crisis de violencia e inseguridad que vive el país de lo que culpa a sus adversarios, se ha venido desvaneciendo y a estas alturas, los ciudadanos ya no le creen”.

El problema es que está muy lejos de solucionar el aumento de los homicidios dolosos, los enfrentamientos de los cárteles, el control de los territorios, las desapariciones y sobre todo el hecho de que cada día se da a conocer nueva información, de los pactos y alianzas del presidente y sus allegados con los líderes de los grupos de la delincuencia organizada que financian la campaña presidencial.

Todo eso debe aclararlo porque le pega directamente a la candidata oficialista Claudia Sheinbaum Pardo, quien previo y durante la campaña política puede llegar a ser acusada de vínculos similares con la delincuencia organizada.