El éxodo de priistas, panistas y algunos perredistas de los que aún quedan en los Estados, se está volviendo una práctica común y seguramente los meses que vienen, en el cierre de los registros ante los órganos electorales, seremos testigos de estos saltos de un partido a otro.

Para el director fundador del Instituto de Ciencias Jurídicas (ICI), Germán Molina Carrillo, vivimos en una época de chapulines, donde la ideología y los principios que deben regir la vida de los partidos y su militancia, se han perdido.

O si no desparece, dijo, en estos momentos ya nadie sabe qué es eso y lo único que importa es conseguir una posición de poder y seguir viviendo del erario.

El analista jurídico explicó que, en toda esta "comedia política" que vivimos los mexicanos, hasta el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador declaró que eso no debe extrañarnos ya que incluso es una práctica que no ve con malos ojos, y que son bienvenidos todos aquellos que quieran sumarse al proyecto de la cuarta transformación.

“Hábilmente el presidente y las dirigencias nacionales y estatales de Morena les abren las puertas, logrando dos objetivos: el primero sumar adeptos a su proyecto de gobierno con liderazgos que pueden atraer a más ciudadanos a las filas de Morena”.

Y, en segundo lugar, al lograr debilitar la alianza opositora, que ve con desesperación la desbandada que se presenta en su militancia.

Pero la situación anterior, ha sido mal vista y criticada severamente por los fundadores de Morena, que han sido relegados en las encuestas y perdido candidaturas a las que consideran les corresponde el derecho a las mismas por su trayectoria partidista.

Sin embargo, ahora quienes en su momento fueron sus enemigos o los persiguieron políticamente, las dirigencias estatales les quieren obligar a apoyarlos para ganar las elecciones.

En ese escenario, Molina Carrillo dijo que, el partido que más ha sufrido este síndrome de cambiarse de partido es el PRI que, en algunos Estados del país, prácticamente se ha desfondado y lo único que han hecho sus dirigencias estatales es apoderarse de las candidaturas plurinominales para ellos o sus familiares más cercanos.

Es decir, dijo el director fundador del ICI, han antepuesto sus intereses personales a los del partido y de la militancia que aún sigue con ellos, conscientes de que por la vía de la mayoría relativa difícilmente podrán ganar las elecciones y peor aún, sin los recursos suficientes para dar pelea a los candidatos de Morena y sus aliados.

En cuanto al PRD, sus liderazgos desde 2018 abandonaron el partido y se fueron a formar parte de Morena y del PT y su presencia en varios Estados del país es casi nula porque cada vez han perdido más posiciones en los Congresos locales y presidencias municipales que le han sido arrebatados por Morena.

De ahí que la única esperanza que tienen es lograr a través del Frente Amplio por México poder obtener el porcentaje mínimo de la votación para no perder su registro nacional.