El piloto mexicano Sergio "Checo" Pérez, tuvo una complicada carrera y luego de batallar con el RB20, así como con la sanción de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), terminó por cobrarle factura y culminar en la quinta posición en el Gran Premio de Australia.

En la tercera fecha de la Temporada 2024 de Fórmula 1, la escudería Red Bull Racing pintaba como favorita para quedarse con los primeros dos sitios del podio ante el dominio de las dos primeras carreras realizadas en Qatar y Bahréin.

Durante las etapas de clasificación, no había sorpresas, pues los Toros Rojos dominaban con plenitud el circuito semiurbano de Melbourne, pero todo cambió en la antesala de la carrera.

El mexicano que había quedado en tercer lugar de la parrilla, tuvo que arrancar en el sexto lugar por una penalización de tres puestos impuesto por la FIA, hecho que terminó por cobrarle factura en la carrera.

La carrera había iniciado con lo ya acostumbrado, un Max Vertsappen en plenitud y con ventaja, mientras el resto de los pilotos encabezados por los Ferrari Carlos Sainz y Charles Leclerc buscaban el podio; en el caso de "Checo", la carrera se complicó aún más al iniciar en séptimo sitio tras ser rebasado por George Russell.

El circuito de Albert Park fue más complejo de los presupuestado para los Toros Rojos, pues ocurrió lo inimaginable desde la segunda vuelta viendo al de Países Bajos ser rebasado por el español.

Por si la cosa no pintaba lo suficientemente mal, para la cuarta vuelta, el vehículo del tricampeón del mundo, Max Verstappen presentó fallas mecánicas y una vuelta después, sucedió lo impensado, abandonó la carrera terminando con una racha de nueve victorias consecutivas entre 2023 y 2024. así como a una de empatar su propia marca de 2023.

Con el abandono del multicampeón de la F1, Red Bull dependía de la actuación del piloto mexicano para mantenerse en lo alto del campeonato por equipos y a nivel individual.

Durante las 58 vueltas por suelo australiano, el tapatío batalló bastante con los neumáticos y con las salidas de los boxes, hecho que le que cobrando peso con el avance de los giros por Melbourne.

Mientras Red Bull veía con asombro las fallas de sus vehículos, Ferrari aprovechaba con Carlos Sainz el primer pole position en varios meses y Lando Norris trataba de mantenerse en el podio ante un escenario tan favorable.

El mexicano sufría vaivenes en el circuito de Oceanía donde pasaba del tercero al sexto y volvía a ese tramo, peor bastante alejado del podio, pues los pilotos de Ferrari y McLaren daban poco espacio para el error.

Para la vuelta 17, ocurrió otra sorpresa con el abandono de Lewis Hamilton, quien chocó su vehículo contra una barra de contención dejando una escena pocas veces vista en la F1.

A la mitad de la carrera, "Checo" Pérez seguía en la pelea por meterse en el podio, pero la lucha interna con los neumáticos y el perfecto cierre de las dos escuderías líderes, hacían las cosas más complejas.

Mientras tanto, Carlos Sainz que hace 14 días estuvo hospitalizado de emergencia por una apendicitis, literalmente volaba en Australia y su compañero de equipo Charles Leclerc seguía sus pasos en una carrera que ni en sus mejores sueños se hubiesen imaginado.

Antes de terminar la carrera, Mercedes cerró un domingo para el olvido con el accidente de George Rusell, quien en la última vuelta chocó y volcó su vehículo, afortunadamente sólo quedó en daños materiales y un gran susto.

Finalmente, Carlos Sainz se llevó la bandera a cuadros con una historia inusual, de esas que regala el deporte semana a semana. El podio fue completado por Charles Leclerc y Lando Norris de McLaren.

Para Sergio "Checo" Pérez, el quinto lugar es amargo y sabe a poco ante las circunstancias, pero tendrá su revancha en un par de semanas con el Gran Premio de Japón a realizarse el próximo 7 de abril.